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martes, 28 de marzo de 2023

EL A.T. EN LA GERONTOLOGIA, ESPACIOS DE TRABAJO Y CONCEPTOS BASICOS DE SU INTERVENCIÓN

 EL A.T. EN LA GERONTOLOGIA, ESPACIOS DE TRABAJO Y CONCEPTOS BASICOS DE SU INTERVENCION

El Acompañante Terapéutico se ha constituido como una herramienta efectiva en los procesos opcionales a la internación o para acelerar las externaciones, dadas las características vinculares de esta prestación se adecua a cada demanda específica, es imprescindible destacar aquí que el profesional no trabaja decididamente sobre la patología sino sobre lo que la patología provoca en la persona, en su medio social. Fue con ese propósito que se comenzó a implementar en los años 60/70 en la clínica de las adicciones, con variantes en su efectividad, más que nada basadas en su denominación que en un origen fue “Amigo Calificado”, denominación no muy feliz a la hora de implementar el dispositivo ya que denotaba una cercanía y un lugar que impedía establecer vínculo alguno más allá de la amistad, a su vez en EEUU surgía, también, una nueva forma de atención denominada Pathfinder y en algunos lugares “Amigo Rentado”, para atender los casos de estrés post traumático devenidos e la guerra de Vietnam. Luego se llegó a la convención de “Acompañante Terapéutico”, denominación que no describe el acompañar una terapia, ni ser parte de ella, sino que el estar es terapéutico, pero no estar de cualquier lugar sino a partir de una construcción que tiene que ver con la cotidianeidad.

 

En el cuadro podemos observar una descripción del trabajo del a.t. el Lic Gustavo Rossi lo describe así:

…..”La ubicación que tiene el AT nos lleva a una interrelación entre dos polos: lo externo y lo interno, lo íntimo (de un sujeto y una familia)  y lo público. El AT está en ese borde, con su palabra, con su participación en una escena cotidiana, se presenta como otro que llega desde el exterior. Que debe trabajar a partir de su lugar de “extraño”, para convertirse en alguien “no anónimo”, significativo para el sujeto…”

Desde esta concepción es que podemos pensar al a.t. como un promotor de la resiliencia, tal como lo define León Zukerfeld, este trabaja con su contraparte que es la vulnerabilidad detectándola y poder transformar la manera de ver su realidad, ósea el a.t. no es una prótesis, no trabaja con la falta (la patología), trabaja con lo que esta hace en la persona y lo transforma.

Es por eso que hace 10 años la formacion de acompañantes terapéuticos preveía el trabajo con psicosis, tal fue la efectividad clínica demostrada en el transcurso de este tiempo, que su demanda se amplió a  punto tal que la pcia de Buenos Aires se vio obligada a generar la disposición 782/13 que habla de  la incorporación del acompañante terapéutico en la escuela y luego en el 2014 reguló la formacion a través de la resolución 1014/ y en el 2015 abrió la posibilidad de una tecnicatura con la resol 1221. Pero a nivel nacional la ley Nacional de Salud Mental 26657/10 incorpora la figura en el “Cap V art. 12:.- La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades fundamentales de la persona con padecimiento mental y se administrará exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o cuidados especiales. La indicación y renovación de prescripción de medicamentos sólo puede realizarse a partir de las evaluaciones profesionales pertinentes y nunca de forma automática. Debe promoverse que los tratamientos psicofarmacológicos se realicen en el marco de abordajes interdisciplinarios.” , lugar vertebral es que le asigna la ley, por esto es que su demanda ha incrementado y su efectividad es hoy demostrada es todos los espacios que ha cubierto como integrante de un equipo interdisciplinario.

La gerontología no es ajena a esta disciplina y la demanda específica ha crecido, permítanme algunos datos para luego entrar en la función específica.

Con el título “Depresión y demencia son los trastornos mentales que más afectan a los mayores de 60 años en el mundo” la OPS/OMS edita un informe en octubre de 2013, “Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental para acrecentar la conciencia del público en torno a estos problemas. La OPS, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se une a la celebración de esta fecha cuyo lema este año es Salud Mental y Adultos Mayores. En la región, vivían en 2006 casi 100 millones de personas mayores de 60 años, cifra que se estima se duplicará para 2020.”.

“Alrededor del 15% de los adultos de más de 60 años del mundo sufren algún trastorno mental, y depresión y demencia son los dos más comunes. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a crear alternativas comunitarias para tratar a las personas con padecimientos mentales y a capacitar a los familiares que los atienden en el hogar.”

Y plantea

Estrategias de tratamiento y asistencia

•Proporcionar a los adultos mayores una atención de salud mental eficaz en el nivel comunitario.
•Dar formación, capacitación y apoyo a quienes los atienden en las casas.
•Capacitar a todo el personal sanitario que debe enfrentarse con los problemas y trastornos relacionados con la vejez.
•Crear condiciones de vida y entornos que acrecienten el bienestar y propicien que las personas adopten modos de vida sanos e integrados.
•Contar con un marco legislativo apropiado, basado en las normas internacionales sobre derechos humanos, para ofrecer los servicios de la mejor calidad.
La OPS fue fundada en 1902 y es la organización internacional de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con todos los países del continente para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas de la región. Actúa como la Oficina Regional para las Américas de la OMS y es también la agencia especializada de salud del sistema interamericano.

Ahora bien, en una nota publicada el

En Argentina, 1 de cada 4 adultos mayores tiene necesidades de salud insatisfechas

·         Así lo indica un nuevo informe realizado por Observatorio Social de la UCA y la Fundación Navarro Viola. La mayoría tiene jubilación pero falencias habitacionales y difícil acceso a la salud.

El 15,1% de la población Argentina está compuesta por adultos mayores: son unos seis millones de personas que superan los 60 años. Gran parte de ellos informó carencias habitacionales, enfermedades graves o crónicas, difícil acceso a la salud y haberes jubilatorios mínimos, según lo revelado en un informe presentado recientemente por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Fundación Navarro Viola.

"Hay muchas vejeces: las personas tienen necesidades, capacidades y trayectorias de vida muy diferentes. Buscamos repensar cuáles son sus recursos y expectativas para entenderlos en toda su dimensión", expresó Castro Almeyra.

De los encuestados, el 21,1% se consideró pobre y con deficiencias en cuanto a seguridad social, alimentación y trabajo, mientras que el 23,9% afirmó tener bastantes problemas de salud o alguna enfermedad crónica o grave. Esta última cifra es similar al malestar psicológico, que se presenta mediante la depresión o ansiedad y afecta al 23,6% de esta población. En este grupo se observó una falta de planificación de proyectos personales a futuro y la “dificultad para pensar proyectos más allá del día a día”, un trastorno que afecta a una de cada cuatro personas mayores.

Según los datos de la UCA, existen falencias en cuanto a la sociabilización y la recreación: el 31,4% no tiene amigos íntimos, el 75,2% no participa de actividades recreativas, el 89,5% no concurre a clubes o centros de jubilados y el 42,3% piensa que sus conocimientos no son valorados como lo cree merecer. En tanto, otro de los puntos flojos es el de la actividad física: el 71,1 % registra déficits en este sentido, la mayoría supera los 75 años.

A pesar de que el 90,8% recibe jubilación o pensión, el 40% aseguró que su ingreso mensual no le alcanza para vivir y -en parte- por eso, más del 60% mostró condiciones habitacionales inadecuadas, con malas condiciones sanitarias, hacinamiento o régimen de tenencia irregular. "Aunque cobren jubilación, la tienen que compartir con una casa que es grande y tiene otros ingresos muy precarios", dijo Amadasi. Los hogares con personas mayores fueron más visibles en los estratos medios y menos frecuentes en villas o asentamientos precarios.

Para Castro Almeyra, los adultos no ocupan el espacio que merecen en la agenda actual. "Hoy hay mucha discriminación basada en estereotipos que no son inocentes: no hay que asociar la vejez a la enfermedad o a la dependencia. Más del 60% percibe que su salud es buena y está en plena actividad. Hay que resignificar esta etapa de la vida", cerró.

Teniendo en cuenta estas dos notas, podemos ubicar al acompañante terapéutico como una herramienta fundamental en el proceso de envejecimiento.

El Lic. Gustavo Rossi, en su libro “Lo Cotidiano Las Redes y sus Interlocutores”, en la página 175, en el apartado “Acompañar la Vejez” nos dice “…El Acompañante terapéutico de viejos ocupa muchas veces un lugar distinto al de facilitador de la cura. Ayuda en la aceptación del paso del tiempo, de la enfermedad, de las limitaciones, constituyendo un verdadero “Caminar junto”, al paciente…” o sea el acompañante terapéutico se presentará como otro para trabajar con lo que la vejez provoca en la persona, el envejecer no es lo mismo en todos, hay una historia, un lugar de dónde venimos y una sociedad en la que nos insertamos, hay comunidades enteras que están envejeciendo y otras donde el percentil de vejez se mantiene por décadas, entonces cada sociedad se prepara de manera diferente para el viejo, es nuestra tarea entonces el ser el nexo para facilitar esa integración.

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