EL A.T. EN LA GERONTOLOGIA, ESPACIOS DE TRABAJO Y CONCEPTOS BASICOS DE SU INTERVENCION
El
Acompañante Terapéutico se ha constituido como una herramienta efectiva en los
procesos opcionales a la internación o para acelerar las externaciones, dadas
las características vinculares de esta prestación se adecua a cada demanda
específica, es imprescindible destacar aquí que el profesional no trabaja
decididamente sobre la patología sino sobre lo que la patología provoca en la
persona, en su medio social. Fue con ese propósito que se comenzó a implementar
en los años 60/70 en la clínica de las adicciones, con variantes en su
efectividad, más que nada basadas en su denominación que en un origen fue
“Amigo Calificado”, denominación no muy feliz a la hora de implementar el
dispositivo ya que denotaba una cercanía y un lugar que impedía establecer
vínculo alguno más allá de la amistad, a su vez en EEUU surgía, también, una
nueva forma de atención denominada Pathfinder y en algunos lugares “Amigo
Rentado”, para atender los casos de estrés post traumático devenidos e la
guerra de Vietnam. Luego se llegó a la convención de “Acompañante Terapéutico”,
denominación que no describe el acompañar una terapia, ni ser parte de ella,
sino que el estar es terapéutico, pero no estar de cualquier lugar sino a
partir de una construcción que tiene que ver con la cotidianeidad.
En
el cuadro podemos observar una descripción del trabajo del a.t. el Lic Gustavo
Rossi lo describe así:
…..”La ubicación que tiene el
AT nos lleva a una interrelación entre dos polos: lo externo y lo interno, lo
íntimo (de un sujeto y una familia) y lo
público. El AT está en ese borde, con su palabra, con su participación en una
escena cotidiana, se presenta como otro que llega desde el exterior. Que debe
trabajar a partir de su lugar de “extraño”, para convertirse en alguien “no
anónimo”, significativo para el sujeto…”
Desde
esta concepción es que podemos pensar al a.t. como un promotor de la
resiliencia, tal como lo define León Zukerfeld, este trabaja con su contraparte
que es la vulnerabilidad detectándola y poder transformar la manera de ver su
realidad, ósea el a.t. no es una prótesis, no trabaja con la falta (la
patología), trabaja con lo que esta hace en la persona y lo transforma.
Es por eso que hace 10 años la
formacion de acompañantes terapéuticos preveía el trabajo con psicosis, tal fue
la efectividad clínica demostrada en el transcurso de este tiempo, que su
demanda se amplió a punto tal que la pcia
de Buenos Aires se vio obligada a generar la disposición 782/13 que habla
de la incorporación del acompañante
terapéutico en la escuela y luego en el 2014 reguló la formacion a través de la
resolución 1014/ y en el 2015 abrió la posibilidad de una tecnicatura con la
resol 1221. Pero a nivel nacional la ley Nacional de Salud Mental 26657/10
incorpora la figura en el “Cap V art. 12:.-
La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades
fundamentales de la persona con padecimiento mental y se administrará
exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como castigo, por conveniencia de
terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o cuidados
especiales. La indicación y renovación de prescripción de medicamentos sólo
puede realizarse a partir de las evaluaciones profesionales pertinentes y nunca
de forma automática. Debe promoverse que los tratamientos psicofarmacológicos
se realicen en el marco de abordajes interdisciplinarios.” , lugar vertebral es que le asigna la
ley, por esto es que su demanda ha incrementado y su efectividad es hoy
demostrada es todos los espacios que ha cubierto como integrante de un equipo
interdisciplinario.
La
gerontología no es ajena a esta disciplina y la demanda específica ha crecido,
permítanme algunos datos para luego entrar en la función específica.
Con el título “Depresión y demencia son los
trastornos mentales que más afectan a los mayores de 60 años en el mundo” la OPS/OMS edita un
informe en octubre de 2013, “Cada 10 de octubre se celebra el Día
Mundial de la Salud Mental para acrecentar la conciencia del público en torno a
estos problemas. La OPS, oficina regional para las Américas de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) se une a la celebración de esta fecha cuyo lema este
año es Salud Mental y Adultos Mayores. En la región, vivían en 2006 casi 100
millones de personas mayores de 60 años, cifra que se estima se duplicará para
2020.”.
“Alrededor del 15%
de los adultos de más de 60 años del mundo sufren algún trastorno mental, y
depresión y demencia son los dos más comunes. En el marco del Día Mundial de la
Salud Mental, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a crear
alternativas comunitarias para tratar a las personas con padecimientos mentales
y a capacitar a los familiares que los atienden en el hogar.”
Y plantea
Estrategias de tratamiento y asistencia
•Proporcionar a los
adultos mayores una atención de salud mental eficaz en el nivel comunitario.
•Dar formación, capacitación y apoyo a quienes los atienden en las casas.
•Capacitar a todo el personal sanitario que debe enfrentarse con los problemas
y trastornos relacionados con la vejez.
•Crear condiciones de vida y entornos que acrecienten el bienestar y propicien
que las personas adopten modos de vida sanos e integrados.
•Contar con un marco legislativo apropiado, basado en las normas
internacionales sobre derechos humanos, para ofrecer los servicios de la mejor
calidad.
La OPS fue fundada en 1902 y es la organización internacional de salud pública
más antigua del mundo. Trabaja con todos los países del continente para mejorar
la salud y la calidad de vida de las personas de la región. Actúa como la
Oficina Regional para las Américas de la OMS y es también la agencia especializada
de salud del sistema interamericano.
Ahora bien, en una nota
publicada el 23/05/2017, titulada
En
Argentina, 1 de cada 4 adultos mayores tiene necesidades de salud insatisfechas
·
Así
lo indica un nuevo informe realizado por Observatorio Social de la UCA y la
Fundación Navarro Viola. La mayoría tiene jubilación pero falencias
habitacionales y difícil acceso a la salud.
El 15,1% de la población Argentina está compuesta por adultos
mayores: son unos seis millones de personas que superan los 60 años. Gran parte
de ellos informó carencias
habitacionales, enfermedades graves o crónicas, difícil acceso a la salud y
haberes jubilatorios mínimos, según lo revelado en un informe presentado
recientemente por el Observatorio
de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y
la Fundación Navarro
Viola.
"Hay muchas vejeces: las personas tienen necesidades, capacidades y trayectorias
de vida muy diferentes. Buscamos repensar cuáles son sus
recursos y expectativas para entenderlos en toda su dimensión",
expresó Castro
Almeyra.
De los encuestados, el
21,1% se consideró pobre y con deficiencias en cuanto a seguridad social, alimentación y
trabajo, mientras que el 23,9% afirmó tener
bastantes problemas de salud o alguna enfermedad crónica o grave. Esta última
cifra es similar al malestar psicológico, que se presenta mediante la depresión o ansiedad y afecta al 23,6% de
esta población. En este grupo se observó una falta de planificación de
proyectos personales a futuro y la “dificultad para pensar proyectos más allá
del día a día”, un trastorno que afecta a una de cada cuatro personas mayores.
Según los datos de la UCA, existen falencias en cuanto a la
sociabilización y la recreación: el
31,4% no tiene amigos íntimos, el 75,2% no participa de
actividades recreativas, el 89,5% no concurre a clubes o centros de jubilados y
el 42,3% piensa que sus conocimientos no son valorados como lo cree merecer. En
tanto, otro de los puntos flojos es el de la actividad física: el 71,1 %
registra déficits en este sentido, la mayoría supera los 75 años.
A pesar de que el 90,8%
recibe jubilación o pensión, el 40% aseguró que su ingreso mensual
no le alcanza para vivir y -en parte- por eso, más del 60% mostró condiciones
habitacionales inadecuadas, con malas condiciones sanitarias, hacinamiento o
régimen de tenencia irregular. "Aunque cobren jubilación, la tienen que
compartir con una casa que es grande y tiene otros ingresos muy
precarios", dijo Amadasi. Los hogares con personas mayores fueron más visibles en los estratos
medios y menos frecuentes en villas o asentamientos
precarios.
Para Castro
Almeyra, los adultos no ocupan el espacio que merecen en la
agenda actual. "Hoy hay mucha
discriminación basada en estereotipos que no son
inocentes: no hay que asociar la vejez a la enfermedad o a la dependencia. Más
del 60% percibe que su salud es buena y está en plena actividad. Hay que
resignificar esta etapa de la vida", cerró.
Teniendo en cuenta estas dos notas, podemos ubicar al
acompañante terapéutico como una herramienta fundamental en el proceso de
envejecimiento.
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