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viernes, 1 de febrero de 2019

EL A.T., LA FORMACIÓN Y LA PROFESIONALIZACIÓN


EXPOSICIÓN XI Congreso internacional de A.T. Sao Paulo, BRASIL
EXPOSITOR : EN VLADIMIRO A. CHIATTONE

Teniendo en cuenta por los distintos momentos que ha pasado el  acompañamiento terapéutico, desde su denominación, su génesis, su clínica, etc., hablar de una formación específica, es hablar de un proceso de maduración al que ha llegado la profesión y los alcances legales, de tratamiento y de derechos a los que ha alcanzado su objeto de estudio. Desde un comienzo el Acompañamiento Terapéutico fue pensado como una alternativa profesional para aquellos que estaban estudiando otras carreras, y que “trabajar de” Acompañante Terapéutico le permitía poder desarrollar un campo profesional previo al egreso de sus estudios, esto conformaba un profesional “de paso”, el acompañamiento terapéutico era un “mientras tanto” y cuando realmente quien lo ejercía llegaba a un punto perfecto de clínica y saber en el acompañante terapéutico, egresaba de su carrera y, obviamente, comenzaba a ejercerla y luego ese paciente era abordado por otro acompañante terapéutico que estaba en las mismas condiciones profesionales que el anterior, esta realidad llevo a un estancamiento legal/profesional de casi 30 años, se formaban acompañante terapéutico, en clubes, consultorio privados, etc. y cada formación era distinta a la otra, en mi ciudad, La Plata Provincia de Buenos Aires, llegaron a convivir 19 cursos , con formaciones variadas y tiempos disimiles, que iban de los 3 meses a los 12 meses, presenciales, semipresenciales y en linea, cursos que enseñaban a tomar la presión, girar a los pacientes para que no tengan escaras o la biblioteca completa freudiana/lacaniana o conceptos de las terapias cognitivas conductuales, pero muy pocos, explicaban el verdadero concepto del acompañante terapéutico, el encuadre, la diferencia entre el rol y la función, etc., todo esto por una razón muy simple, no era necesario, o quien impartía el curso, simplemente no lo sabía. Esto llevo casi 25 años, cuando alguien contrataba a un at, lo hacía de acuerdo a SUS necesidades, entonces buscaba a la persona que esté dispuesta a ser guiado por familiares o directores de geriátricos, etc. Sin intervención interdisciplinaria, así fue que encuadrar se convirtió en una tarea imposible y el acompañante terapéutico se convirtió en un cuidador, esta experiencia se trasladó a varias ciudades de la provincia de Buenos Aires. Entonces el acompañante terapéutico  se dividía entre los estudiantes de psicología y las personas que durante mucho tiempo se dedicaban a cuidar personas y ahora hacían el curso de acompañante terapéutico, solo para cobrar más, pero en la realidad seguían haciendo el mismo trabajo, sin regulación, sin reconocimiento, y sin representación el acompañante terapéutico era un comodín en el ámbito de la salud y es claro que digo salud en general sin precisar ninguna especificidad, porque no la tenía. Esto llevo a que en el año 2012, nos dirigiésemos al ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires a plantear esta realidad, y que además a ellos los tocaba de cerca, dado que el estado cubría la prestación mediante su Obra Social llamada I.O.M.A. (Instituto Medico Obra Asistencial), además de tener en varios hospitales públicos pasantes de cursos de acompañante terapéutico y además un programa de externación llamado “Andamiaje”, conformado casi exclusivamente por a.t, es entonces que decide conformar una mesa de trabajo interministerial (Educación y Salud) para la conformación de un programa específico para toda la provincia. Para esa tarea se convocó a referentes de toda la provincia, el trabajo fue arduo, costo ponerse de acuerdo, la mesa estaba constituida casi en su totalidad por psicólogos, médicos, trabajadores sociales, etc. Pero solo había un acompañante terapéutico, en ocasiones 2, el resultado primario de aquellas reuniones fue un extenso programa de varias materias, pero ninguna de ellas, se llamaba acompañamiento terapéutico, luego de varias deliberaciones se conformó un programa, igual de extenso, pero esta vez sí con una materia llamada acompañamiento terapéutico, este programa pretendía formar técnicos superiores en acompañante terapéutico, muchos pensaban que era demasiado y así fue que de una formación de 1800 horas se bajó a una de 60hs, salió así a la luz la resolución ministerial número 1014/14, con materia tales como: prácticas, salud pública, psicopatología, principios médicos y de psicofarmacología, contextualización del campo profesional, principios básicos de acompañamiento terapéutico, y es así como comenzaron a formarse profesionales de acompañante terapéutico, en instituciones habilitadas para tal efecto, luego, salió la resolución 1221/15, ya era la tecnicatura, o sea en provincia de Buenos Aires, se puede cursar la formación superior de 640 hs y luego acceder de manera optativa a la tecnicatura hasta completar las 1800 hs, ahora en este soñado mundo de la profesionalización, quedaron colegas afuera, aquellos que se habían formado antes del 2014, para ellos se conformó una mesa evaluadora que pensó y llevó a cabo un examen que deberían pasar todos aquellos que estaban enmarcados en esta opción, se trabajó 1 años más, pero en Argentina hubo un cambio de gobierno y de políticas en salud, en las cuales el acompañante terapéutico no estaba contemplado y mucho menos el reconocimiento por parte del ministerio de salud, así que la profesionalización quedó a mitad de camino, la formación se convirtió en un negocio para unos pocos, algunas asociaciones quedaron solo como institutos de formación, el estado se alejó de esta realidad y ahora son las universidades quienes se pelean para lograr presupuesto para poner una formación de acompañante terapéutico situación compleja dado que volveríamos al principio, ahora el acompañante terapéutico se formara bajo los conceptos de la Facultad que tome su formación, algunas tratan de imponerla como título intermedio, conformando así, otra vez a profesionales con fecha de vencimiento, de hecho en algunas no siquiera está pensado incluir at en la formación, sin ir más lejos, integre la mesa de formación del programa de dichas resoluciones, fui declarado experto at en la provincia de Buenos aires, por el ministerio de salud, pero no pude dictar la formación dado que no tengo título de grado o no soy técnico en at, título que obviamente no existe, entonces la formación que do nuevamente en manos de otras profesiones, esto me lleva a pensar que si le preguntamos a los psicólogo sobre acompañamiento terapéutico, tal vez un 80% sepa que es, si le preguntamos a los médicos estimo que un 50% sabrá de que se trata, de los terapistas ocupacionales un 70%, ahora si le preguntas a los acompañante terapéutico sobre SU profesión, el 100% sabrá de que se trata...entonces estadísticamente cuando se pide un Acompañante Terapéutico lo más efectivo es el Acompañante terapéutico. Sin ánimos de entrar en ninguna discusión inconducente, a partir de este pensamiento, que a primera mirada parece ser obvio, pero que si miramos un poco más detenidamente, esconde algo más, que su aparente obviedad, esconde la ausencia de la utilización del recurso de un equipo interdisciplinario y el triunfo o, mejor dicho, la permanencia del modelo Medico Hegemónico, en varios países de América Latina, tal el caso, a modo de ejemplo, en el año 2016 el mes de Mayo, viajamos a Cuba, a dictar un seminario de Acompañamiento terapéutico en Facultad de Ciencias Médicas de la Habana, con el Dr. Juan Manuel Rodríguez Penagos, de México, luego de dos días de trabajo y con más de 70 profesionales presentes, decidimos cerrar la charla con un taller, para pensar las aplicaciones del Acompañamiento terapéutico en la Isla, el resultado de estos intercambios fue claro, el Acompañamiento terapéutico como recurso despertó una fascinación tal que hoy en día, el Dr. Justo Reinaldo Fabelo Roche la utiliza como materia de estudio, hasta me ha pedido y así lo hice, que escriba en el boletín de adicciones de la Facultad, pero por el momento es inaplicable, dado que no existe el trabajo interdisciplinario y por lo tanto la existencia del recurso es imposible, pero concluimos que formando profesionales en espacios reconocidos y que su formación tenga el peso teórico necesario para abrir espacios, el acompañante terapéutico será una realidad en poco tiempo. Este ejemplo como muchos otros demuestra una realidad, el acompañante terapéutico durante mucho tiempo fue formado es espacios límites y en idiomas que les eran prestados al acompañante terapéutico, hoy hay una gran proliferación de libros sobre el acompañante terapéutico, y no creo que haya que promover una destitución de esa lectura, como se propone en algunos foros, ni transformarlos, ni negarlos, son los textos que han fundado la profesión y como tales son el pilar del acompañante terapéutico, yo creo que hay que releerlos y traducirlos a un idioma propio, la construcción de una identidad se basa en saber que somos y eso se aprende, y no se aprende de manera empírica, la empírea solo nos enseñar a hacer, mas no a enseñar, y lo que se sabe se debe enseñar para que perdure, es por eso que el acompañante terapéutico durante años fue ejercido por otros, el acompañante terapéutico siempre fue un extranjero, un paria, se ejerció en un mientras tanto, si vemos la bibliografía, y no es un intento separatista esta observación, gran parte de ella en su tapa antes del nombre del autor dice Licenciado, Doctor. Etc., pero pocas veces a casi nunca dice acompañante terapéutico, se revaloriza otras profesiones por encima de las del acompañante terapéutico aun en equipos interdisciplinarios, me ha tocado estar en congresos de acompañante terapéutico, y mis compañeros de mesa me han preguntado que era, y respuesta era siempre la misma, acompañante terapéutico y la repregunta era siempre la misma, sí, pero que estudiaste, pocas veces ser acompañante terapéutico era condición necesaria para estar en un congreso de acompañante terapéutico, esta discusión ya la he tenido y con respecto a los libros la respuesta es más o menos lo mismo, soy acompañante terapéutico pero también soy psicólogo, y pienso si sos acompañante terapéutico, porque no pones acompañante terapéutico, si fueses piloto de aviones, pondrías eso?, esta postura con el tiempo se va modificando, no mucho, hay presiones, hay intentos de sostener viejas políticas para mantener nuevos privilegios, pero hay una resistencia nueva que va surgiendo de los espacios de formación, ahora el acompañante terapéutico, es un profesional, inscripto y reconocido por el estado (en Buenos Aires y gran parte de la argentina), otras luchas quedan por pelear, debemos romper hegemonías y debemos ser representados por una entidad estatal, para que la profesión y la formación sean llevadas a cabo por personal idóneo y no por quien tiene los recursos monetarios para hacerlo.
Por ahora, mi único anhelo es que quien sea acompañante terapéutico, haya estudiado para serlo y que haya sido formado por profesionales que sepan del acompañante terapéutico.

2 comentarios:

  1. Hol me parece que Buenos Aires se olvida siempre del interior y hace un analisis mus sencillo y casi esuqmqtico del at y muy debil de Aconpañamiento Terapeutico. Esto no es lo que aspiramos para defenir nuestra profesion

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  2. hola, gracias por tu comentario, de donde sos y cuando decis "Aspiramos" a quienes te referis

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