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lunes, 10 de abril de 2023

La salud Mental, la sociedad y el otro

 


Es sabido que andar por las calles o rutas Argentinas es toda una aventura ya no se trata de saber manejar sino de saber que es lo que el otro va a hacer como y cuando, esto se ha naturalizado de tal manera que es una costumbre que se comenta en las mesas familiares antes de salir a las rutas, las recomendaciones nunca son pocas ni suficientes, transitar los días de periodos vacacionales por las rutas es una odisea, nunca tan apropiada esta definición, no hay reglas, no hay leyes ni siquiera hay compasión, vehículos transitando por las banquinas, ir a la velocidad permitida y detras se coloque un auto haciendo señas de luces para que lo dejemos pasar, obligandonos a subir la velocidad incumpliendo las leyes de tránsito o pasar a otro carril que nos obliga a ir mas lento, ni hablar al llegar a una rotonda donde no pasa el que tiene derecho sino el que tiene el auto mas grande o mas veloz, el otro desaparece, desde la política hay una respuesta para esta situación pasamos de slogan que decian "la patria es el otro" a conceptualizaciones tales como "hay que aplastar a los pobres", "hay que aplastar al que se cruza en tu camino", el recurrente concepto de la meritocracia, esto se ve reflejado en la calles y es copiado en las ciudades, no hay reglas pasa el que va mas rapido no el que debe, estacionan donde hay un lugar no donde se puede estacionar, o sea tapan rampas, estacionan en doble fila, en las veredas, en los lugares para discapacitados, sobre la senda peatonal, etc. Sera esto una muestra de la época sera que poco a poco lo virtual gana lo real y el otro desaparece, lo esencial del hombre que es la palabra ya no cuenta y si emerge es para el insulto, la selva mas elemental ganó terreno y el mérito le ganó le gano al derecho, no se si es casualidad pero los autos que van por la banquina son camionetas último módelo, los que paran en doble fila, casi siempore en la puerta de escuelas privadas, son autos de alta o media gama, los que estacioana en las rampas no son, por lo general, autos viejos, lo que no solo es meritocratico el desdén por el otro, sino también clasista, optro rasgo que la politica o los medios nos han ofrecido últimanente, politicos, periodistas y hasta el común de la gente. La salud Mental no es ajena a este tipo de situaciones y quienes atentan sistemáticamente a ella no son ignorantes de esta situación, que todo parezca un salvese quien puedaresponde a una lógica política reinante porque si eso prevalece lo que surge es la necesidad de un máximo control, "una mano dura", lo hemos visto y escuchado y casualmente (¿?) desde estos espacios de poder militanes del desanimo es desde donde se atacan a la ley de Salud Mental, porqeimpone una regla por fuera del mérito y otorga derechos que son los que se avasallan sistemáticamente en la calle, la lógica del desanimo es ,también, un logica de poder, la Salud Mentla siempre fue una herraminta de represión o de derechos depende desde donde se lo digan, si es desde la propuesta "la patria es el otro" o desde la lógica "el otro es tu enemigo", antes el encierro hoy la supreción, es tarea de todos que el desanimo no gane, frenar en las esquinas, poner las luces de giro, ceder el paso en la rotondas, es una manera de identificar que hay un otro y que el otro también es sujeto de derechos. Es tarea de los profesionales de la Salud Mental hacer esto visible

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