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martes, 25 de abril de 2023

El concepto del ENCUADRE en el Acompañamiento Terapéutico

 


Si pensamos en cómo llega un acompañamiento terapéutico a un profesional, debemos comenzar pensando en la demanda:

 

Demanda:                      Subjetiva

                                       

                    Clínica

 

Cuando el llamado proviene de la familia, comúnmente, el profesional es convocado para cumplir con un objetivo que tiene que ver, mas con la necesidad de la Familia que del Sujeto, el llamado suele ser “Necesito un Acompañante Terapéutico para mi hijo” y no “Mi hijo necesita un acompañante terapéutico”, esto implica que la demanda es cubrir espacios que la familia no puede, a esta demanda la llamo “SUBJETIVA”, dado que no es la demanda específica sobre la que trabajará el profesional. Si tenemos en cuenta los conceptos vistos en clase del ROL del Acompañante Terapéutico podemos pensar que si pertenecemos a un equipo de trabajo, la demanda necesariamente debe partir de ahí, es demanda “CLINICA” es la que tendrá en cuenta el Acompañante Terapéutico, de donde provenga será un indicio para nuestro futuro encuadre, y en ella es donde dirigirá la FUNCIÓN.

 

Hablamos de información y si lo hacemos debemos recurrir necesariamente a una entrevista, para tener el mayor acceso posible, la ENTREVISTA también tiene varias aristas 

 

ENTREVISTA           FAMILIA

 

                                  EQUIPO

 

                 ACOMPAÑADO

 

Con la FAMILIA debemos observar y escuchar el objetivo de la demanda, que esperan de un acompañante terapéutico, prestar atención específicamente cuando hablan de los gustos y de los intereses de la persona que vamos a acompañar.

 

Con el EQUIPO nos vamos a entrevistar para delinear características del acompañado, características de la patología y expectativas de logro.

 

Con el ACOMPAÑADO, vamos a buscar un espacio de empatía y de expectativas acerca del acompañamiento terapéutico, que sabe del dispositivo, que espera y que quiere (estos es en termino generales y tiene que ver con la particularidad de cada persona que vamos a acompañar).

 

En términos generales debemos ver que nos dicen (TEXTO), los gustos particulares, las actividades que realiza, donde las realiza, con quien va, en que va, etc., pero también debemos tener en cuenta otras cosa tales como, donde nos reciben, si en su casa o en un bar, si es en la casa en qué lugar de la casa, si está presente la persona que vamos a acompañar, etc. (CONTEXTO). Esta información es absolutamente necesaria para ver que poder de decisión tiene la persona en esta elección de acompañante terapéutico y por lo tanto que poder de elección y aceptación, por eso debemos preguntar por qué no está la persona presente y que ganas tiene la persona de estar con un acompañante terapéutico.


 La ENTREVISTA es una poderosa herramienta de relevamiento de información, pero es un punto de partida, es lo que nos va a decir en que terreno y con qué elementos contamos para comenzar, pero además es un espacio propicio para: 


El ENCUADRE, sobre el encuadre hay varios textos:

 

 USOS Y VARIACIONES DEL “ENCUADRE” EN EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO  GUSTAVO PABLO ROSSI  

PARA INTRODUCIR: UN CUADRO DE SITUACION 

En este artículo trabajaremos la noción de encuadre, que aparece recurrentemente a la hora de dar cuenta de las coordenadas de organización de un Acompañamiento Terapéutico (AT1) en su articulación con una estrategia de tratamiento, y genera interrogantes sobre esta función en los cursos y supervisiones sobre la tarea. Esto es: ¿cuál es el “encuadre” en un AT? ¿Cómo conceptualizar este término en relación a sus particulares coordenadas de trabajo? Suele plantearse que es imprescindible establecer un marco o encuadre que implique pautas para llevar adelante la actividad del Acompañante terapéutico (at), que delimite una tarea que tiene bordes tan difusos en la cotidianeidad, que oriente las intervenciones, etc. En principio se lo ha trabajado como un tema “técnico”, aunque el enfoque que se realice del mismo también nos habla de cuestiones conceptuales y éticas. 

1             Las letras “AT” se utilizarán para referirnos a Acompañamiento Terapéutico, y la sigla “at” (con minúsculas) /acompañante o “ats” para acompañante terapéutico y acompañantes terapéuticos respectivamente. 

2             Rossi, G.; Acompañamiento terapéutico - Lo cotidiano, las redes y sus interlocutores. Bs. As., Polemos, 2007 (segunda edición 2010). 

Ahora bien, a la hora de ampliar esta idea de “encuadre” en la práctica del acompañamiento terapéutico, cuando escuchamos presentaciones de casos sobre el trabajo del AT, nos vienen nociones conexas, aproximaciones con imágenes de la tarea, incluso “encuadres teóricos” para el tema que llevan a contradicciones e incomodidades propias de lo polémico del concepto de encuadre en el ámbito “psi”. Al hablar de los debates y controversias que genera este término, podemos ubicar los vaivenes del “encuadre” para el psicoanálisis especialmente. Especial: hablar de particularidades en cada encuadre, hay “especies”, hay infinidades de encuadres posibles, según el caso y la orientación del analista, del psiquiatra, del equipo institucional. 

Espacio y tiempo determinan un marco: es otra forma de pensarlo. Formalizaciones, ¿es eso? ¿Con o sin lugar para la creación? Dicho de otro modo: qué lugar para la artesanía, qué lugar para la poesía... ¿Tiene esto algo que ver con el encuadre en el AT? 

El recorrido de hoy intentará abrir temas, algunos ya tratados en otros textos2, aquí a la manera de apuntes, con sus interrogantes. Me gustaría que estuvieran más cercanos a la escritura poética que a la “científica”... Haré una puntuación desde algunos títulos, que remiten a ideas, conceptos, metáforas, que sirven para pensar esto que hemos llamado (¿provisoriamente?) el “encuadre” en el AT, retomando el carácter problemático de esta herramienta conceptual, así como el uso necesario que adquiere para abordar determinadas aristas de la tarea. 

Si acompañar trae etimológicamente la significación del compartir, vamos a preguntar ¿qué se comparte en un acompañamiento terapéutico?, ¿en qué momento y lugar?, ¿están solamente el paciente y el acompañante paradójicamente- en ese compartir? Otra forma de pensarlo sería: ¿en qué contexto? Y acá podríamos objetar esta pregunta diciendo que no hay “contexto”: ese mismo compartir construye texto, hacia eso vamos, en tal caso diría que ese texto requiere de algunas coordenadas que lo posibiliten, que lo animen, que le permitan una escritura dentro de ciertos márgenes, aunque no siempre sea la escritura “convencional”, la del libro o la que aprendimos en las carpetas de la escuela. Hay texto; que a veces tiene rasgos de “amorfo” o apresurado, que será legible en tanto nos ubiquemos en el lugar de un otro que lee, aunque no se escriba sobre los renglones de algún cuaderno de tareas. El texto en el AT implica ese otro cercano, no cualquiera. Aquel facilitador desde las figuras del semejante

Dejo abiertos varios pares antitéticos que se anudan a problemáticas implícitas en el tema del encuadre en el acompañamiento, que enumero para entrar en clima: afuera y adentro; lo lejano y lo cercano; lo propio y lo ajeno; espacio íntimo y espacio público3. Ajustando e interrogando estos términos podrán desplegarse cuestiones que nos hablan de las situaciones terapéuticas implicadas en el AT. Situaciones que tendrán coordenadas singulares, aunque pueden tener una pluralidad de elementos, sin por eso ser “universales”, estandarizables.  Sugiero una ampliación del tema para aquellos que en la práctica utilizan el recurso de la lectura en el AT, por su utilidad en esa articulación íntimo-público, a partir del libro: Petit, M., Lecturas: del espacio íntimo al espacio público, Ed.

FCE, México, 2008. 

4             Cf. “Eficacia clínica del Acompañamiento Terapéutico”, Manson, F., Rossi, G. y otros, Bs. As., Ed. Polemos, 2002 

5             Por ejemplo en el Seminario 1, “Los escritos técnicos de Freud”, para referirse al esquema de los espejos, o a la experiencia del ramillete invertido. Por su parte, Freud escribe sobre el cerebro también como un dispositivo, y se refiere varias veces a los dispositivos eléctricos, como hoy se habla de dispositivos de procesamiento en computación, o dispositivos de entrada y de salida de datos.  6 Un artículo conocido y recomendable para introducirse en el tema: Deleuze, G.; Qué es un dispositivo. En: AAVV, Michel Foucault, filósofo. Ed Gedisa, Barcelona, 1995. 

7 Según la Real Academia Española, vigésima segunda edición (www.rae.es). 

Y en esta exploración, aunque parezca que nos vamos…, iremos hacia breves consideraciones sobre lo que llamaría “encuadres” del encuadre: el trabajo en equipo, por un lado, y el marco legal por otro, como regulación tanto para la formación en AT como para el ejercicio de la práctica.  

Es en el ENCUADRE donde redirigimos la DEMANDA SUBJETIVA hacia una DEMANDA CLINICA y puede ser oral o escrito dependiendo como lo utilizaremos en el futuro REENCUADRE. Esta redirección nos sirve para establecer un PLAN DE TRABAJO el mismo utilizará datos de las ENTREVISTAS.

El PLANDE TRABAJO lo planteo desde la siguiente formula

 

QUE VOY A HACER                         COMO                           PARA QUE 

 

Siendo el PARA QUE, la DEMANDA ya encuadrada. 

Es necesario para establecer un PLAN DE TRABAJO completo, el tener en cuenta lo que en la ENTREVISTA se dice pero además poner especial énfasis lo que no se dice y que con el tiempo de acompañamiento vamos descubriendo, es por eso la imposibilidad de realizar un PLAN DE TRABAJO al mismo momento que comenzamos en Acompañamiento Terapéutico.

Tengamos en cuenta la forma en que se redacta, demostrar profesionalismo en la redacción, saber de leyes para introducir una legalidad en la profesión, saber explicar que es un acompañante terapéutico y la especificidad de este en la DEMANDA propiamente dicha. Partir desde un concepto BIO PSICO SOCIAL, saber que el acompañante terapéutico no trabaja con la patología sino, con lo que la patología ha hecho en el individuo, eso marca la diferencia entre el acompañamiento terapéutico y la asistencia, no se trabaja con la falta (la patología, presenta una imposibilidad), sino con la VULNERABILIDAD

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