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lunes, 19 de marzo de 2018

LECTURA N° 3


El AT como informante multidireccional. A. T. y Terapeuta Gestalt Leonel Loyden
Hoy quiero compartirles una mirada sumativa respecto a una de las funciones fundamentales del AT, creo que es una cuestión que a veces se menciona y de la cual hasta el momento se escribe muy poco. Me refiero a la función de: Informante
Brindar información para la comprensión global del paciente, el AT facilitará información objetiva de la observación realizada en lo cotidiano  sobre el comportamiento del paciente, la manera en que se vincula, sus emociones, quienes conforman su medio social inmediato, como así también dentro de las AVDs (Actividades de la vida diaria), su tipo de alimentación, hábitos de higiene, etc.
De esta forma nos invita a pensar al AT como informante bidireccional es decir, de lo cotidiano hacia el equipo y viceversa facilitando así el conocimiento en profundidad del paciente y su contexto para poder desarrollar y/o actualizar la terapéutica de manera ajustada a cada caso.
Ahora bien si imaginamos la siguiente escena en donde los protagonistas son:
1 1)    El paciente índice o asignado
2 2)    La familia
3 3)    El equipo
4 4)    El AT ( se añade al AT por fuera del equipo para destacar su interrelación)

¿En que otras direcciones también es necesario que el AT cumpla con su función de Informante?
Por ejemplo si pesamos en el paciente, podemos plantear y/o recordar el acuerdo (encuadre)  y plan de trabajo, facilitando la adherencia al tratamiento, su acción y mantenimiento en lo cotidiano. Cómo el registro en el cuaderno de campo para compartir con el equipo y consensuar la terapéutica.
De la familia, invitarla a colaborar, respaldándonos en el encuadre inicial (contrato terapéutico) insistiendo en sus responsabilidades, y que necesitamos de ellos, tanto durante el acompañamiento como por fuera del mismo. Así mismo compartir esta información tan valiosa para el equipo y si es necesario gestionar entrevistas frecuentes con los familiares del paciente a modo de Psicoeducación y adherencia al tratamiento, acción y mantenimiento del mismo.
Del equipo, por sobre todo mantener un canal de comunicación continúo abierto y flexible el cual nos permita con alta frecuencia, contar con la especificidad de los diferentes profesionales para desarrollar la terapéutica de manera ajustada a la demanda actual del paciente y su contexto.
Y por último el informe que el propio AT se hace a si mismo mediante los registros del  cuaderno de campo o bitácora, el cual a posteriori le permitirá o pensar detenidamente la intervención para evaluar lo acontecido, respecto a los objetivos planteados, la planificación de las actividades, las técnicas que han resultado, las que no, etc.
Sin duda podemos añadir el informe hacia la obra social. Particularmente quiero solo resaltar los canales de comunicación que hacen a la terapéutica en sí mismo.

¿Sumarías otro actor? Ayúdame… ¿se te ocurre alguna otra dirección?

3 comentarios:

  1. Interesante articulo. Pienso en la importancia de la observación que se requiere para saber qué y para qué informar. Tal como dice Gustavo Rossi en (alguno de sus escritos) "resulta conveniente si facilita la comunicación fluida entre los miembros del equipo". Y considerando lo que dice Leonel, de poder pensar está comunicación de manera multidireccional, en donde equipo incluye profesional, familia, paciente y At. Es necesario rescatar que esta manera multidireccional de informar,deberia permitir tener una idea más clara acerca de nuestro acompañado y facilitarnos evaluar su progreso. Si logramos informar de manera clara y concreta, como dice Rossi: "se iran reformulando los objetivos del acompañamiento en función de la evolución del paciente (...) Donde se analizan los avances del caso, y las vicisitudes que se presentan en el vinculo"
    En esta manera de pensar la función de informante multidireccional, rescato la importancia de la colaboración terapéutica de los agentes intervinientes para colaborar en los "avances del caso"

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  2. Gracias por el aporte, es un tema que se suele comentar y repetir, que merece un amplio debate. Siempre fui muy crítico de ubicar como una función fundamental del AT esto del "informante". Viene de la primer versión del texto de S.Kuras y S.Resnisky, donde en los términos que escribe Leonel se propone esta como una de las 8 "funciones" que plantean estas autoras para el AT. Las preguntas y ampliaciones de Leonel vislumbran al menos otras perspectivas para pensar el tema de la "información y comunicación"en el Equipo. Ese es el tema a trabajar. Por qué cuestiono esta idea del "informante"? primero, porque considero que es una propuesta que termina dejando al At en posición de subalterno, de aquel que va a la casa a "buscar información" como si esto fuera una misión a cumplir, de manera supuestamente objetiva. Y esto tiene implicancias en la practica diaria del At: los pedidos a que "vaya a ver que pasa" en el hogar, en un taller o en actividades educativas terminan menospreciando todas las diversas facetas de su intervención, quedando como vigia o un enviado-espía del terapeuta. Esa especie de "ojo avizor", tomando palabras de K. Oé. No aparece en la propuesta inicial del informante lo multidireccional, no se plantea al psicologo o psiquiatra como "informante" (desde sus lugares y roles) del At. Se trata de pensar el trabajo clínico o terapéutico entre varios en relación a un problema que los convoca, como dice A.Stolkiner, y en función de esto plantear la comunicación y la circulación de información.
    Por otra parte, esa idea del informante lleva a pensar una supuesta disyunción tajante entre información "objetiva" y "subjetiva" (la que tendría el terapeuta/analista), tema epistemológicamente muy cuestionable a esta altura. Consideremos estos puntos. 1-en un equipo donde varios Ats participan con el mismo paciente/flia, la información que brinda un/a At suele ser diferente a la de otro/as Ats, según la perspectiva y el recorte de cada cual, no hace falta desarrollar mucho esto; la construcción que ello implica, atravesada por subjetividades. 2-suele suceder que el "paciente" y/o la familia se presentan en esas situaciones de manera diferente según el tipo de vinculo singular que establecieron con cada At (cuando son varios), su semblante suele variar, el orden/limpieza de su espacio intimo, hasta su "entusiasmo" o bajón (por ej. en pacientes deprimidos), según cual sea el At que va en ese momento. Podemos pensar que se construye en función del caleidoscopio que cada uno/a aporta, pero también que esta construcción requiere de la perspectiva de todo el equipo interdisciplinario. En síntesis, planteo revisar una mirada ingenua o supuestamente "objetivista" de la información, de su procesamiento, de cómo se trabajan los "datos" de la práctica, entre varios. Y en nuestro caso, como damos especificidad desde el territorio y las herramientas del At.

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  3. Gracias Julio y Gustavo por ambos aportes, simplemente la intencionalidad que quiero trasmintir es la de explicitar lo complejo y amplio de una función tan básica como es la de informante o comunicador.

    Desconozco con exactitud el significado de cada termino por lo cual, el comentario de Gustavo me despierta la curiosidad de realizar una búsqueda que sea mas apropiados y se ajuste a la representación de esta función en cuestión, permitiendo así si es posible hacer uso del que se adecue con mayor especificidad y al mismo tiempo que favorezca a disminuir o eliminar esa es matiz de subalterno que menciona Gustavo

    Por otro lado el énfasis en la multidirección la propongo a miras de que cada protagonista tome responsabilidad de su rol, como menciona Julio en su comentario," rescato la importancia de la colaboración terapéutica de los agentes intervinientes para colaborar en los "avances del caso". Pensando en el equipo, desde un abordaje interdisciplinario, donde cada profesional comparta, comunique o informe sobre su especificidad en beneficio de la terapéutica en el paciente, su medio social inmediato y cotidiano. Ya en cuanto a la familia, incorporándola a ser posible como parte del equipo, siendo favorecedora del desarrollo terapéutico y otro protagonista psicoeducado y psicoeducador.

    Respecto al registro de campo, a la observación operante comparto plenamente la disyunción de lo objetivo y subjetivo. Me lleva a reflexionar si sería posible crear un instrumento que favorezca esa recopilación lo mas objetiva posible donde al menos se encuentren los datos y cuestiones esenciales para la instauración, desarrollo mantenimiento y/o cierre de la terapéutica.

    Nuevamente agradecido por el intercambio.
    ABrazos

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