Una pregunta nos persigue a los profesionales del acompañamiento terapéutico cuando contamos nuestra profesión ¿qué es el acompañamiento terapéutico? y quienes llevamos años en este camino de enseñar o de militar la profesión nos percatamos que esa definición ha ido cambiando, por ahí no tanto en su definición pero si en la ejemplificación de su "utilidad" el para qué sirve también aparece a veces (la objetivación del concepto es común), volviendo: es común escuchar a un colega decir del trabajo sociocomunitario del Acompañante Terapéutico, definición que se fue constituyendo no hace mucho tiempo, años atrás se ubicaba el trabajo desde una conceptualización más biologicistas posicionando el trabajo en la patología, aún hoy nos pasa que cuando buscamos un colega para un trabajo lo primero que nos preguntan es que patología tiene, una rémora de la deformación en la formación (permítanme la cacofonía), aquí podemos ubicar entonces el que fue, hasta su profesionalización y formación específica acompañante terapéutico era lo que el formador quería que sea y casi siempre no era lo que debía, con el paso del tiempo la fuerza de su demostración de la efectividad fue necesaria una formación específica y comenzaron a emerger formaciones que poco a poco constituyeron un corpus teórico que dieron lugar a pensarnos merecedores de reconocimientos legales, formativos y de cobertura la coyuntura económica también nos permitió desentramar la profesión en conceptualizaciones empíricas que poco a poco fueron tomando cuerpo en textos, investigaciones, licenciaturas y demases que aportan a nuestra profesión una textura y un peso innegable en el campo de la salud mental. Ahora bien que será de nuestra profesión: El crecimiento de las redes, la pandemia y su encierro y la cercanía de formaciones on line han permitido que colegas de lugares que antes no se les daba acceso puedan comenzar a tomar voz y en poco tiempo la razón fue perdiendo espesura ante la multitud y lo logrado se fue constituyendo en algo normal y lo coyuntural se fue debilitando la necesidad de la formación continua se mimetizó con la pronta salida laboral la extensión de la formación fue motivo de crítica y subsistieron curso de 3 meses, criticar esta realidad fue condenada como falta de empatía y lo empático fue en desmedro de la profesión, la formación on line vino como una "necesidad" y un "derecho" como en la sociedad el otro desaparece y emerge mi realidad, "yo no puedo estudiar si no es de esa manera", vemos casi a diario a colegas defender a las formaciones sin reconocimiento legal de dudoso contenido y hasta expenden certificaciones apócrifas y si lo mostras el inmoral sos vos, lo público y lo privado pasaron a ser conceptos antagónicos y casi la criminalización de emprendimientos privados y hasta se comenzaron a rever conceptos que ya estaban establecidos como propios de la profesión, se comenzaron a generar saberes innecesarios y hasta la "comodidad" del profesional estuvo por encima de lo vincular, las redes se convirtieron en campos de batalla y el colega en enemigo, la profesión enseñada on line o en pocos meses generaba profesionales imposibilitados teóricamente para poder definir nuestra profesión pero con voz en las redes y la posibilidad de allanar el camino de la formación, hasta el punto tal de que otros profesionales se crean capaces de llevar a cabo el acompañamiento terapéutico tan poca fue la necesidad de la formación que cualquiera puede llevarla a cabo, hasta se legalizó esa apropiación de saberes, si hasta para algunos estados es lo mismo haber estudiado hace 20 años que la formación de ahora si legalizan lo empírico con cursos on line de 3 meses, ahora quien se atreve a criticar ese "derecho" adquirido hacerlo constituye en un verdadero acto de poca empatía, ahora dejarlo pasar constituye en un acto de falta de empatía para aquellos que venimos formándonos hasta una licenciatura, y es injusto hasta en la remuneración, otra cosa que no se dice porque también es poco empático decir que quien más sabe más debe ganar, entonces ¿que será del acompañamiento terapéutico? la respuesta no es tan simple porque depende del profesional, la profesión ya demostró su efectividad y su complejidad, está en el profesional estar a la altura, sino lo hace el acompañante terapéutico, otras profesiones lo harán, ya lo están haciendo. Solo del acompañante terapéutico depende seguir trabajando en el acompañamiento terapéutico y solo de nosotros depende...
Fundación de Acompañantes Terapéuticos de América Latina y El Caribe (ATALYC) PPJJ 45812
Desde la Fundación no pretendemos representar a nadie, no entablamos conversaciones políticas, ni institucionales en nombre de ningún colectivo, trabajamos arduamente en toda Latinoamérica para el reconocimiento y valoración del Acompañamiento Terapéutico, por que estamos convencidos que es la unica manera de enaltecer nuestra profesion
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martes, 29 de agosto de 2023
jueves, 24 de agosto de 2023
LA CONDENA DEL EXITO
Hace unos años un ex presidente democrático no elegido por el pueblo sentencio que Argentina estaba condenada al éxito. La realidad política económica de hoy nos golpea y esa referencia vuelve a mí casi como una amenaza, el litio, las energías no convencionales, vaca muerta, el Hidrogeno Verde, el cobre, etc. han condenado a nuestro país, un país en vías en desarrollo con una posición geopolítica estratégica, parado sobre una plataforma marítima con una riqueza única pero con una idiosincrasia europeísta o centrista, que fue acuñada por años con medios de comunicación y de producción en manos de una oligarquía entreguista y cómplice de embajadas imperialistas, fueron tallando poco a poco un sentido de pertenencia que alguien alguna vez dijo “pobres de aquellos que oliendo a bosta se creen que la vacas son de ellos” descripción que sella la condena, un país con una oligarquía anti patria, un obrero dócil, un sindicalismo cipayo y una dirigencia política dispuesta a constituirse en el poder como sea es una mezcla explosiva que como onda expansiva genera fascismo, un fascismo retrogrado, destructivo y con el odio como método de conversión, esa mirada europeísta sirvió para que durante siglos se le dé la espalda a la América latina y esos aires de intentar pertenecer como horizonte nos dejó solos, hoy el caldera está preparado y como ingredientes hay deuda asfixiante, oposición política dispuesta a todo, ausencia política dirigencial, desmovilización popular, medios de comunicación mentirosos y comprados, y una riqueza jamás imaginada, el resultado será una sopa picante e indigesta para todos los Argentinos con extranjeros que nos venderán el remedio a cambio de toda la riqueza, en soledad sin apoyo latinoamericano, con una oposición política que esta agazapada esperando el poder para entregar todo y que se la pasa poniendo la almohada en la cara agonizante del país, estamos condenados al éxito. Con áfrica en llamas y parada ante la opresión francesa, con los BRICS en pie de guerra configurando el nuestro esquema político mundial, el objetivo será nuevamente América Latina, aislada por la derechas asesinas entregando terrenos para que la quinta flota navegue en apoyo a los embates económicos un país politizado por TIK TOK, la condena se hará efectiva y el éxito nos ahogara, denigrados humana y económicamente el pueblo volverá a votar a gobierno populares para que los saquen de lodo, recuperen las empresas para el estado, los salarios sean suficientes para que el obrero vuelva a aburguesarse a pensar que lo que tiene lo gano con su trabajo y que nadie le regalo nada, el pobre volverá a ser su enemigo y volverán a votar a la derecha para que los saque de la miseria que la derecha misma los había sumergido y así será cíclicamente hasta que despojados de todo, convertidos en desiertos morales imploremos ser salvados nuevamente por la apolítica, el desprecio empresario y la guillotina imperialista, pero será tarde ya no habrá más nada que entregar y el éxito habrá cumplido su objetivo…
martes, 22 de agosto de 2023
NI VOTO CASTIGO, NI VOTO BRONCA: VOTO OBVIO
Desde hace ya un tiempo pude acceder a una conferencia de la antropóloga Magaret Mead donde describe al nacimiento de la sociedad como el acto de cuidar al otro, la evolución de la humanidad plasmado en un fémur encontrado en una cueva en Francia que estaba fracturado y soldado, lo que implicaba que alguien cuido de esa persona hasta que esta estuvo curada, no lo habían dejado a su suerte. Entonces si la humanidad se tejió en torno al cuidado y la aceptación de un otro y desde el período Neolítico las sociedades se fueron estratificando enrededor del otro que explicación le encontramos a la realidad de hoy, definitivamente el cuidado del otro, la estratificación social y el vivir en comunidades son conceptos elementalmente políticos, pensar en el otro es un acto político. Entonces que pasa hoy cuando la sociedad pide la despolitización y el otro desaparece como un par y emerge como un enemigo, donde el desamparo no es un obstáculo a vencer en sociedad sino obstáculo a mi crecimiento económico personal, esta nueva realidad se ha ido construyendo lentamente, si hay algo que el capitalismo tiene y le sobra es tiempo, los medios de comunicación dejaron de ser la herramienta de información y pasaron a ser pasquines políticos comprados al mejor postor pero no inocentemente, poco a poco fueron acaparando las redes sociales y utilizando el anonimato como emergente anti político, antisocial, con frases de autoayuda y demostraciones de un emergente solitario y por mérito propio, la frase “ a mí no me regalaron nada, lo que tengo me lo gane trabajando” fue horadando la razón y se instaló el sálvese quine pueda como un nuevo emergente social, el pobre paso a ser el nuevo enemigo el desvalido paso a ser un gasto y la igualdad de oportunidad una entelequia, el trabajador se convirtió en una mercancía y el saber con fecha de vencimiento fue cambiado por la viveza, la tecnología fue un bien de adquisición de las masas y una herramienta de destrucción del sentido común y así poco a poco la salud, la educación y el ascenso social se convirtieron en títulos de propiedad y por ende solo debe ser usada por sus dueños, en un mundo donde todo tiene precio luchar por la gratuidad de la vida y la educación se ha convertido en un acto subversivo, el cuidado como rasgo de la humanidad murió aplastado por un auto que paso el semáforo en rojo, esta atarazado porque paso por la puerta de una escuela donde los autos están parados en doble fila, la discapacidad está atascada en una vereda destruida o la rampa esta obstruida por un BMW cuyo dueño no tenía tiempo de buscar estacionamiento, bien que escasea desde que lo privado se ha convertido en algo más importante que lo privado y por eso la torre de lujo que están construyendo puede cortar la calle para bajar cemento a las12 del mediodía, cemente que será descargado por trabajadores en negro, extranjeros y explotados, ahora eso sí ellos si se lastiman y van a un hospital público lo único que hace es robar aquello que pague con mis impuestos, impuestos que baje a la mitad gracias a un contador hábil y abogados astutos. Pero entonces el discapacitado se enoja con la política porque no hace nada, el albañil en negro se enoja con el político que solo habla y su realidad no cambia, el que llega tarde con el pedido que lleva en su motito en este emergente social de explotación que es el delivery, se enoja con el que estaciona en doble, o con el desocupado que va a pedirle a la política que arregle lo que evade el privado, el policía mal pago descarga su ira con el que tiene hambre y desalojen la calle para que pase el empresario que ayer aumento su mercancía por la dudas basado en un moneda ilegal, mientras el que va en colectivo escucha por la radio instalada en su teléfono que un político viaja Bahamas con la plata de él y el periodista lo hace desde un programa en el que el gobierno tiene una pauta millonaria que pagamos todos y en facebook alguien de Sumatra me insulta como si fuese mi vecino de toda la vida, en Instagram un pibe que no sabe hablar trasmite desde su Ferrari que gano gracias a sus seguidores y en su transmisión habla en contra de los políticos por avaros y Juan que está en 5 to año de medicina asiente y se para frente al kiosco de diarios y lee cuanto va aganar un jugador de futbol por su nuevo pase a Arabia y llega a la facultad y el ascensor no anda, tiene que subir las escaleras y el usa bastones pero en el camino se encuentra con su amigo que le da un folleto que explica las bondades de un Universidad privatizada, los bastones que tiene Juan son de última generación que con el sueldo de su padre en una fábrica jamás podría comprárselo pero gracias al sindicato logro que su obra social se los pague, pero el amigo de Juan insiste en lo hermoso que sería tener un hospital privado donde todo funcione porque todo se paga y no hay que mantener a vagos dándoles plata, escuelas y salud, eso en países serios no pasa, Juan asiente y odia internamente a Felipe su amigo de toda la vida que ahora está en cana porque salió de a robar con su novia el día que Jimena su novia le dijo que estaba embarazada y él no tenía laburo había conseguid un trabajo de albañil, para bajar bolsas de cemento, pero se encontró con Raúl otro amigo de cuando iban a la escuela nocturna pero que tuvieron que dejar por salir a laburar, Raúl le contó a Felipe que salía “de caño” y les robaba a los giles que iban a la nocturna y así se había comprado su último Iphone el mismo que tenía el patrón ¿te acordas? Y estas zapatillas importadas se las saque a un gil que bajaba en un cajero… a Raúl lo mato la yuta, parece que no quiso compartir el botín, me acuerdo aquel mi viejo festejo gritando “uno menos hijos de puta” mientras tomaba la pastilla que le alcanzo el de la farmacia, ahora la obra social le cubría el 100%, en fin Juan se acordó de Felipe que estaba en cana creo que por matar a un viejo, ese día estaba pasado de paco, a Juan lo convencieron el amigo de la facu y un tik tok que había visto de EEUU donde todo es privado y todo funciona, no como acá que la política no hace un carajo y todos los políticos son ladrones, para calamar un poco la mente entra a Twiter a leer las declaraciones de una diva que se fue del país por que no da para más pero esta de visitas porque posiblemente un canal de tv local la contrate. “Que país de mierda loco, hay que romper todo y votar algo nuevo” de este hablan bien en la tele, “voy a dejar medicina, mi viejo me consiguió laburo en la fábrica, mi hermana no quiere dice que ir a la facu n me cuesta nada desde que abrieron está cerca de casa, pero es al pedo, mira lo que gana un médico… mejor me meto en la fábrica que aunque los mugrientos del sindicato te sacan plata por lo menos tengo una obra social y hago como mi viejo para ganar más arreglo con el patrón de que no le pague las cargas sociales y esa plata se la dé a él…
La gente no castiga
a nadie con el voto, ni siquiera está enojada, la gente voto siguiendo un
mandato cíclico, la derecha viene a juntar las riquezas que los gobiernos
populares han sembrado, esto es cíclico cada tanto nos hacen creer que somos
humanos, sino pregúntenle a la inteligencia artificial…
miércoles, 16 de agosto de 2023
¿QUE SE CONSTRUYE EN LO COTIDIANO DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO?
Ideas para pensar el texto
Palaras claves
1. Mascara
2. Rito
3. Encuadre
Problemáticas a las que no enfrentamos:
3. La resistencia de los Pacientes y de la Familia
Comenzaremos explicando conceptualmente al acompañamiento terapéutico:
En el afán de ubicar nuestra profesión desde la óptica de distintos autores vamos a citar en primer lugar lo que nos dice Kleber Duarte Barreto en su libro “Ética y Técnica en el Acompañamiento terapéutico, Andanzas de Don Quijote y Sancho Panza” 1º edición en español, editorial UNIMARCO 2005, en el apartado ·Presentación de la Edición en Español dice Pablo Dragotto: “El Acompañamiento Terapéutico ha hecho su camino desde sus comienzos en el Buenos Aires de los años 70. Durante las primeras dos décadas se expandió como práctica innovadora en los tratamientos de salud mental, posibilitando el abordaje ambulatorio de los pacientes más graves e hizo sus primeros cimientos teóricos-técnicos a través de textos pioneros. Últimamente se ha consolidado como profesión al diferenciarse de otros roles en los equipos de salud…”
En el E-book Conexôes clínicas no Acompanhamento terapêuticoun compilado de Alex Sandro Tavares da Silva del sitio SiteAT 2012, en el apartado que se llama DEL “MITO DE ORIGEN”, A LA SITUACIÓN ACTUAL DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN LATINOAMERICA, de Gabriel Pulice, dice “Desde su surgimiento en Argentina hacia mediados de los 60´del pasado siglo XX, el Acompañamiento Terapéutico nace como herramienta clínica que se inscribe en una búsqueda – compartida por una buena parte de los profesionales del campo de la salud mental[1] --cuyo propósito no era otro que intentar subvertir los lineamientos por entonces imperantes, aun fuertemente arraigados, del modelo manicomial…”
Mauricio Castejón Hermann en su libro “Acompañamiento Terapéutico y Psicosis, articulador de lo real, simbólico e imaginario” ed. LETRA VIVA 2014, edición en Español, en la Introducción, pag.14 “…El AT es fruto del movimiento de la reforma psiquiátrica, teniendo en cuenta que, a grosso modo, se caracteriza por la aproximación a la locura y por sus nuevos modos de tratamiento. Es posible, inclusive, caracterizar al AT teniendo como base elementos presentes en las tres experiencias institucionales de sustitución de los manicomios anteriormente citadas…”
En estas tres citas se deja vislumbrar el objetivo primario de la literatura existente: la pertenecía, aquí se juega claramente el porqué de la existencia, repetida, que cada libro sobre acompañamiento terapéutico tenga un apartado acerca de su historia, siempre es la misma, invariable y hasta con cierta parcialidad, el lector podrá observar que en todas las citas, está el psicoanálisis citado como un actor primordial en el nacimiento de la profesión y lo real es que no tuvo más injerencia que la de contar lo que pasaba cotidianamente. Como hemos podido ver en la historia del acompañamiento terapéutico que es la historia misma del concepto de la vulnerabilidad y de cómo se transita en sociedad. O se lo adjudica específicamente al tratamiento de la Salud mental “Grave” (¿?) o se lo ubica en el manicomio, o se lo posiciona como una alternativa manicomial, estos posicionamientos se hacen cómodos al momento de contar la historia por aquellos que solo pueden hacerlo desde una mirada biologicista, pero cuando la historia se plantea desde el objetivo de lo comunitario este horizonte biologicista no es tan claro, cuando lo comunitario emerge en el concepto del trabajo en salud mental y se habla de lo cotidiano y del vínculo se nota una necesidad de “robar” palabras a otras profesiones por no poder explicar empíricamente el significado del vínculo y lo necesario que es en lo cotidiano. Entonces la Historia del Acompañamiento Terapéutico, así como su teoría fue contada durante mucho tiempo por “otros”, empecemos entonces a reescribir esa historia para poder escribir nuestro presente teórico.
En nuestro país la profesión cobra auge a partir de la década del ´60 con el “movimiento anti psiquiátrico” y a la preponderancia del psicoanálisis como modelo terapéutico.
Quienes promovieron la profesión fueron el Dr. J. García Badaracco, quien incluyó Acompañamiento Terapéutico en el ámbito de la clínica psiquiátrica.
El Dr. Eduardo Kalina, a principio de los años´70 define el rol diciendo: que “a fines de la década del ´60, surge un agente dentro de la práctica clínica psiquiátrica denominada "amigo calificado" , para luego promover un cambio en la denominación adquiriendo el de “Acompañante Terapéutico (AT)”, acentuándose el aspecto terapéutico del rol profesional por sobre el vínculo amistoso.
Refiere el Dr. Carlos Stagnaro: “El Acompañante Terapéutico habría comenzado como una alternativa frente a la internación psiquiátrica, se lo requeriría para acompañar procesos de internación domiciliaria”. Ese rol estaba indiferenciado del terapeuta y su función ligada a un trabajo "extra muros", de contención en momentos de crisis.
La profesión se presentó como una alternativa en caso de pacientes con trastornos graves, en crisis o internación, ofreciendo un tratamiento personalizado y acotado a una estrategia específica designada por el médico de cabecera.
Desarrollo:
En este trabajo intentaré dar cuenta del proceso de construcción del vínculo en el acompañamiento terapéutico, y expresar la importancia de dicha construcción a través del concepto de máscara. Teniendo en cuenta que para la construcción vincular entra en juego lo cotidiano, sin este concepto no hay vínculo posible.
Comenzaremos por desarrollar la problemática y como modificarla para responder a las preguntas que dispararon el presente trabajo
Encuadre
En el libro Acompañamiento terapéutico, “Lo cotidiano, las redes y sus interlocutores”, (Rossi 2009) el Lic. Gustavo Rossi en la pág. 41 del cap. 2 “Características de la practica: funciones habituales, posibilidades y restricciones”, en su apartado “¿Que es el encuadre en un acompañamiento terapéutico? Del diván a la calle (Rossi,
2010) .,
dice: “…El encuadre no es entonces necesariamente el lugar físico, pese a que en otros momentos se lo confundió (en términos de alguna
corriente psicoanalítica, el consultorio, el horario, la duración de la sesión,
hasta la vestimenta del analista, etc. “debía” ser algo fijo) Hay casos donde
le encuadre no será tampoco algo predeterminado des la variable temporal, de
duración del tiempo de at. Sin embargo, en cuanto a la variable temporal, debo
señalar que determinar un horario de
comienzo y de final del acompañamiento, en la mayoría de los casos
especifica un contorno fijo que ayuda a ese encuadre y que es en muchas
ocasiones imprescindible…”
Entonces podemos definir al encuadre como el acto de poner todo en un espacio que tiene límites, delimitar la práctica, poner en un cuadro todo lo correspondiente a nuestra práctica, lo que queda por fuera del cuadro no pertenece a ella.
En él se explica y se acuerda el Tiempo que se transcurrirá con la persona y el espacio donde se llevará a cabo que al decir del Lic. Rossi es en muchas ocasiones imprescindible y a mi modo de entender es simplemente imprescindible, estas dos premisas son innegociables mientras dura el encuadre, que no es el mismo tiempo que dura el acompañamiento terapéutico ya que en este se deberá reencuadrar varias veces teniendo en cuenta la característica evolutiva de la práctica.
En el libro “Acompañamiento Terapéutico, Arte y técnica de una construcción colectiva” (Patrignoni 2020), edit. Lugar, 2020, pag.119, capitulo llamado “Encuadre de fronteras” la Lic. Andrea Patrignoni, dice: “El encuadre configura el campo en el que se desarrolla el Acompañamiento Terapéutico, hace referencia a lo que permanece constante dentro de la dinámica propuesta, es decir, se trata de fijar algunas variables de manera estable…”
Aquí podemos entender como variables el concepto espacio / tiempo y el concepto del encuadre a una estabilidad
Ahora bien, desarrollaremos entonces las preguntas disparadoras:
Para ello debemos comenzar con describir algunos conceptos antes vertidos:
Hablamos que el encuadre delimita, entre otras cosas, un espacio donde se desarrollará nuestro tarea, Domicilio, clínica, escuela, etc. y un tiempo, por ejemplo lunes, miércoles y viernes de 18 hs a 22 hs. Y dijimos que estos conceptos en el encuadre eran inamovibles, por que hacerlo rompería el encuadre. Entonces podemos describir el encuadre con la siguiente formula:
ESPACIO / TIEMPO
Esta fórmula nos remite a la idea del
Ritual, si antes dijimos que para construir un vínculo es necesario una
cotidianeidad, a eso debemos establecer un criterio de espacio, donde se
llevará a cabo ese encuentro cotidiano, esto no es fortuito por que el DONDE va
a conformar luego el que y porque por ejemplo; si el acompañamiento terapéutico
se pauta para realizarse de lunes a viernes de 8 hs a 12 hs en el ámbito
escolar y un día la escuela está cerrada el acompañante terapéutico no ira a la
casa a “cumplir” esas 4 hs, porque el trabajo que realizo como profesional en
la escuela no va a ser el mismo que en el domicilio y si acepto ese cambio de
lugar lo que se pauto de antemano, (encuadre), se flexibiliza de tal manera que
el donde se desdibujará. Ahora pensemos en un ritual por ejemplo una misa, esta
se realiza en un espacio (la iglesia) y en un tiempo determinado, esto está
pautado de antemano, cuando se rompe esa conjugación se rompe el rito y este se
convierte en algo fuera de lo común que también se pauta de común acuerdo, por
ejemplo el cura en la misa del domingo dice que el próximo domingo la misa se
dará en el club del barrio porque es el día del pueblo, aquí esa ruptura de lo
cotidiano se pauta, lo cotidiano se corta solo por un momento, pero el ritual
estará intacto se mantendrá el día la hora y el lugar y principalmente el
sacerdote, los utensilios que se utilizan en la misa y hasta el concepto del
ritual continua intacto. Ahora vayamos al ejemplo del AT y la escuela, la
maestra dice en clase “el lunes no habrá clases” y la mamá nos dice “si el
lunes no hay clases anda a casa y cubrís la hora allá” acá falta lo cotidiano,
no es algo que hacemos comúnmente, con las personas que nos juntamos
cotidianamente y con las tareas que le dan a esa cotidianeidad el ámbito de rito,
entonces cotidianamente construimos un vínculo basado en el tiempo y espacio
plasmado en un encuadre a eso le llamamos Ritual.
El Rito (El Ritual)
El
diccionario de la Real academia española nos dice que un rito es Costumbre o acto que se repite siempre
de forma invariable.
El filósofo Alemán de origen Norcoreano Byung-Chul Han, en su libro “Desaparición de los Rituales, una topología
del presente” (Han 2019) ed. Herder. Describe al Rito como acciones
simbólicas que dan forma a una sociedad sin comunicación, le otorga al Ritual
un significante, los ritos le dan estabilidad a la vida dice. Es el rito una
parte importante de este concepto del encuadre, por que básicamente lo que se
encuadra es la repetición de una presencia con la que se construirá un vínculo
a partir de lo cotidiano, con respecto a esto Han dice que la repetición es un
rasgo esencial de los rituales, Sôren Kierkergard,
por otro lado dice que “la repetición y
los recuerdos son el mismo movimiento pero en sentido contrario” y luego
afirma que “Solamente se cansa de lo
nuevo nunca de lo antiguo”, o sea lo que se recuerda es pasado se repite
retroactivamente mientras que la auténtica repetición recuerda hacia adelante,
en el rito se repite para motivar hacia adelante, ahora bien, ¿quién lleva
acabo ese rito quien lo conduce, quien encuadra ese rito en el acompañamiento
terapéutico?, indefectiblemente es el acompañante terapéutico, pero entonces
¿el acompañado toma una posición pasiva?, la respuesta es no, como en todo rito
hay alguien que guía en una repetición, a otro que es quien recuerda hacia
adelante, esto es lo que le da al acompañamiento terapéutico un sentido
evolutivo y descomprime al acompañado de esa idea de pasividad, ahora bien hay
una certeza que atraviesa al acompañamiento terapéutico que es la idea de
tiempo en el encuadre, TIEMPO también implica finitud, o sea si el que encuadra
es el acompañante terapéutico su presencia ritual tiene una finitud, mas no el
rito, ya dijimos que sin él la vida pierde estabilidad, o sea en la vida de un
acompañado el acompañante terapéutico debe llegar cumplir con una demanda e
irse, pero para ello debe cumplir con un ritual de lo vincular esa construcción
cotidiana que nos permite conducir lo ritual, algo así como un sacerdote lleva
a cabo el rito, para mantener en el tiempo el ritual también se debe construir
una figura que perdure, como ya dijimos la presencia del acompañante
terapéutico tiene finitud mas no el acompañamiento terapéutico, entonces para
ello en esa construcción cotidiana también debe construir algo que en los
rituales se usa para que quien lo lleve a cabo pueda cambiar mas no el sentido
del mismo, esto es una máscara. Entonces es aquí donde la máscara nos da la respuesta de lo que se construye en
lo cotidiano, necesitamos que esa construcción sea móvil, que pueda ser
utilizada por otro, que el vínculo sea con el acompañante terapéutico (en este
caso el portador de la máscara) y no con la persona, esto es lo que le da al
acompañamiento terapéutico su efectividad y es en esto en lo que debería
basarse la formación del AT, como hacer que lo que prevalezca en la relación
AT/Acompañado sea lo efectivo de la profesión y no lo empático del profesional,
la respuesta está en que un buen profesional construye una máscara tan propia
de esa relación AT/Paciente que no implica a uno solo sino a dos y que el
profesional que venga solo debe saber portarla y poco a poco cotidianamente
transformarla.
Pero veamos más acabadamente las máscaras, sus formas y significados a través del tiempo y los países. Del tiempo y el Espacio…
LAS MASCARAS
En el libro de Joseph Campbell “Las máscaras de Dios” (Campbell, 1969) en la pag. 41 en su apartado “Mitología Primitiva” dice: …”El mundo de los dioses y los demonios, el carnaval de las máscaras y el curiosos juego del “como si” en el que el festival de los mitos vivos anula todas las leyes del tiempo, permitiendo a los muertos volver a la vida y el “erase una vez” se convierte en el presente actual”… y sigue …” un dios puede estar presente simultáneamente en dos o más lugares, como la melodía o como la forma de una “mascara” y concluimos con la siguiente cita …”Además, en un festival primitivo la máscara es reverenciada, experimentada como una autentica aparición del ser mítico que representa, aunque todo el mundo sabe que un hombre hizo la máscara y que un hombre la lleva sobre si”… “y el que la lleva es identificado con el dios mientras dura el ritual del cuál la máscara es parte” … “En otras palabras ha habido un cambio de punto de vista desde la lógica de la esfera secular normal, donde las cosas se entienden como diferentes las unas de las otras a una esfera teatral o de juego, donde se aceptan por lo que se experimenta que son la lógica es la de “hacer Creer” “como si” “ (pag. 42)
Máscara fue adoptada en nuestra lengua proveniente del italiano maschera, lo que no debe sorprender dada la añeja tradición del Carnaval de Venecia en la creación de hermosas y delicadas máscaras. El término italiano, a su vez, se derivó del árabe masjara, que se utilizaba para designar a un bufón o payaso que aparecía en los intervalos de las representaciones teatrales, usando una máscara. La palabra árabe provenía de sahir, que en esa lengua significaba ‘burlarse de alguien’ y en Europa sufrió el influjo de dialectos italianos y del occitano masca ‘bruja’, de origen germánico o celta. No obstante, Corominas considera más probable que la palabra italiana haya llegado al español derivada del catalán màscara.
Las máscaras son símbolos importantes en muchas culturas que expresan poderes sobrenaturales. Han sido utilizadas desde tiempos remotos y siguen siendo utilizadas, en rituales sagrados y eventos sociales, para la celebración de ceremonias de índole religioso, y en bailes y obras teatrales, para otorgarles un sentido simbólico y mágico.
Las formas de las máscaras se inspiran en la naturaleza y según la cultura pueden representar animales o humanos.
En algunos rituales el portador de la máscara simboliza el espíritu que lo protege y generalmente son los brujos de las tribus los que las utilizan con la intención de ser poseídos por él.
En otros representan deidades o seres mitológicos y el que las porta debe respetar los rigurosos procedimientos para su confección para que su poder pueda ser controlado.
Las máscaras simbolizan las necesidades, los miedos y las inquietudes de una comunidad y representan el deseo del hombre de ocultarse y a la vez de manifestarse transformado, escondiendo su identidad para revelarse en forma diferente.
Han sido utilizadas para propiciar la fecundidad de la tierra y la abundancia de las cosechas, para triunfar en las guerras, curar enfermos, castigar a los criminales y para mantener el equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal.
En China se utilizan máscaras de dragones principalmente en las festividades de Año Nuevo.
África es el continente donde las máscaras tienen gran valor simbólico, siendo utilizadas para rituales de fertilidad, de iniciación y también en los funerales en los que se intenta atrapar la fuerza vital de alguien que muere para evitar que haga daño a los vivos, honrar al muerto y conectar su espíritu al espíritu universal; y su aspecto aterrador tiene el objetivo de ahuyentar a los espíritus malignos.
En los países africanos, las máscaras son honradas por los habitantes, quienes les brindan ofrendas.
En países asiáticos las máscaras representan dragones y animales mitológicos.
Los aztecas les atribuían poderes mágicos y las utilizaban para proteger a los muertos, acentuando sus rasgos con piedras preciosas.
Las máscaras precolombinas eran piezas artísticas de piedra con valor sagrado.
En la selva amazónica de Perú y Brasil, algunas tribus elaboran máscaras de madera decoradas con plumas y semillas con formas de animales inspirados en sus mitos.
En Bolivia, en el carnaval de Oruro históricamente no se les permitía a las mujeres participar de los desfiles denominados “las morenadas”[2] por eso los hombres se disfrazaban de mujeres, todos sabían que eran hombres pero las máscaras les permitían jugar a un como si, con los espectadores y con los integrantes de la misma danza.
En el Norte de los Estados Unidos y Canadá existen nativos que tallan sus máscaras con la madera de un árbol vivo al cual le tienen que pedir permiso para su confección. Si el árbol le da su consentimiento ellos le ofrecen tabaco en señal de agradecimiento; y la danza aumenta el efecto del espíritu que representa la máscara.
En Nueva Guinea, los nativos utilizan máscaras con forma de lechuza que son las encargadas de cuidar a los niños.
En Costa de Marfil y Malí, se realizan rituales nocturnos con máscaras que se asemejan a cocodrilos con cuernos de antílope, símbolos de la buena relación entre los vivos y los muertos.
En el teatro las máscaras nō (Las máscaras que se utilizan en el noh y el kyogen se llaman “omote”, y el acto de ponerse una máscara se denomina “tsukeru” o “kakeru” las máscaras están talladas en madera y pintadas, y algunas de ellas tienen un gran valor como obras de arte), son usadas para representar a un personaje femenino o no humano (divino, demoniaco o animal), existiendo también máscaras para representar jóvenes o ancianos. Por otra parte, los actores de nō que no llevan máscara representan el rol de adultos alrededor de los veinte, treinta o cuarenta años de edad.
La máscara Tengu, en el budismo representaba a los tengu como demonios perturbadores y heraldos de la guerra. Su imagen gradualmente se fue suavizando para convertirse en uno de los espíritus protectores, aunque también peligrosos, y de las montañas y los bosques.
En la mayoría de los rituales africanos con máscaras solo intervienen hombres y la calidad de las máscaras depende de la categoría a la que pertenecía el fallecido.
Se supone que fueron los griegos los que comenzaron a emplear máscaras en Occidente, para las festividades y en los teatros; y posteriormente fueron utilizadas también por los romanos.
En la actualidad, las máscaras venecianas simbolizan el carnaval, festividad a la que asisten desde el medioevo los aristócratas.
Fuente: Revista “Muy Interesante”
Este texto nos invita a pensar, soy un gran coleccionistas de máscaras, donde voy me compro una, las busco por su colorido, por su impactante diseño, su tamaño, pero también, a veces, solo por su sencillez, pero siempre me pregunto ¿qué es lo que más me impacta de ellas?, tal vez las máscaras imponen, dentro del desconocimiento, a quienes las portan un poder intrínseco, un poder desconocido, otorgan una protección al usuario y una obligación de darle un sentido a quien la observa, debemos etiquetar para clasificar, no sé lo que es, démosle un sentido, en el texto hay una descripción de las máscaras, ahora ¿porque hable de máscaras en un texto sobre Acompañamiento Terapéutico?, porque de ellas nos valemos los profesionales, de máscaras, de sustitutos que no permitan saber que soy, ni que hago y que la averiguación de eso sea un caminar juntos, una construcción, cada día, en cada acompañamiento terapéutico elijo que mascara ponerme. Es un contexto antropológico del cual puede valerse el estudio del Acompañamiento Terapéutico, si observamos en el texto siguiente podemos descubrir el porqué:
La evolución de las máscaras y su aporte social
Marrazzi, Andrea Luján, Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº24, ISSN: 1668-5229
Ensayos sobre la Imagen. Edición V Trabajos de estudiantes de la Facultad de Diseño y Comunicación, Año VI, Vol. 24, Octubre 2009, Buenos Aires, Argentina | 120 páginas
Todos los que alguna vez pudimos llevar una máscara, sabemos la impunidad que produce el hecho de “que no se me vea” sin darnos cuenta del juego de doble exposición que hay.
Las máscaras, en cualquiera de sus formas, por el contrario de ocultar la esencia del individuo, la dejan al descubierto. Se escapa por grietas por donde consciente o inconscientemente circula la expresión de los sentimientos más ocultos y más íntimos. Fenómeno que explica. Es entonces la máscara el objeto que se construye para dirigir un ritual, pero un ritual que necesita de otro que le de valor, al rito y a quien lo dirige, pero a su vez, la máscara, tiene un símbolo internacional en todos lados se la utiliza y más o menos con el mismo sentido se necesitó construir un símbolo que tenga un poder, no un saber, que represente que ese espacio está siendo representado por alguien que no se esconde tras la máscara sino que está dándole sentido a ese estar, y algo primordial, la máscara no solo se utiliza en todo el mundo sino que se utiliza desde el principio de los tiempos, la humanidad necesito siempre transitar la vulnerabilidad en conjunto y para ello construyo distintos conceptos, pero para ellos siempre sistematizo un encuentro, en un lugar y en un tiempo determinado, pero como todo concepto que es llevado a cabo por un humano este tiene una finitud, el concepto no debe morir por eso se debe construir un instrumento que represente al humano y no a la persona, para sostener el concepto (ritual), lo mismo pasa en el acompañamiento terapéutico y el acompañante terapéutico, una persona puede necesitar acompañamiento terapéutico toda su vida, pero el acompañante terapéutico debe llegar cumplir un objetivo e irse, para que luego venga otro acompañante terapéutico tome “la máscara” y siga llevando a cabo el rito (acompañamiento terapéutico).
El espacio y el tiempo están presente en el acompañamiento terapéutico constantemente y es contado sistemáticamente aun por medio de otras obras literarias y revisitado a partir de ellas para pensarlo, El Dr. Juan Manuel Rodríguez Penagos en su libro, FANTASMAGORÍAS: HECHIZOS DE(L) PADRE, (Rodríguez Penagos – 2018) en el apartado “El tiempo del fantasma y del ensueño” dice: El autor (Juan Rulfo, en la obra Pedro Paramo) juega con los tiempos. Más aún, inventa un nuevo tiempo de la narrativa, un tiempo del fantasma, el cual permite la “aparición” y la “desaparición” de los personajes, quienes, sin dejar de estar presentes, provocan el suspenso. Esta modalidad del tiempo hace referencia a la de los duelos, los sueños, la memoria, la mítica. Incluso, es un modelo de la temporalidad psíquica. El nuevo espacio literario inventado por Juan Rulfo abre paso a la vida y a la muerte como instancias indiferenciadas que no representan un límite, sino una facultad de movimiento y acción, de modo que el fantasma puede actuar en cualquier lugar y en cualquier momento. El carácter mágico del realismo de Rulfo se despliega a partir de la invención de un espacio fantasmático en su escritura.
El Dr. Rodríguez Penagos a través de Juan Rulfo nos habla de tiempos, no de tiempo, de diversidades de tiempo y de un solo plano de tiempo y pone al fantasma como aquel que puede interactuar en esos espacios/tiempo, el fantasma es quien porta el “poder” de llevar a cabo esta misión, el concepto de aparecer y desaparecer, son actividades propias del fantasma, y el fantasma no esconde su identidad a través de su existencia fantasmagórica sino que la empodera para llevar a cabo esta acción, como aquel que porta una máscara, en el rito tiene el “poder” de construir una realidad que solo sea la del espacio y tiempo que están frecuentando en ESE momento y es la máscara la que da significado, como lo es el fantasma.
Pensemos esto desde la siguiente viñeta
clínica:
HISTORIA DE VIDA:
Se me convoca para realizar el acompañamiento terapéutico de un joven de 19 años que se encuentra en un periodo pre operatorio de una cirugía Bariatrica, la demanda es poder sostener la cotidianeidad del joven hasta el día de la operación y luego poder acompañarlo en el post operatorio y en ese periodo de transformación corporal que supone la intervención.
Desarrollo:
Me dirijo a la entrevista, soy recibido por la madre quien me comenta acerca de la cirugía y la necesidad de esta dado que el joven pesa 132 kilos y que debido a ello su actividad social se redujo a los límites mínimos, a tal punto que no concurre a la escuela y recibe educación particular, me cuenta también que está la mayor parte del día en su habitación en la parte de arriba de la casa, al consultar si podía conocerlo me dice que aún dormía, eran las 10.30 hs. de la mañana, en el transcurso de la charla entra el padre quien venia del gimnasio, cabe destacar que la madre me había dicho que ese día había ido al gimnasio más temprano para luego recibirme, al ingresar el padre saluda y se retira, poco después bajará nuevamente para despedirse e irse, la madre me dice que su marido está muy contrariado con la operación del joven porque no puede entender que el hijo no pueda bajar de peso por sus propios medios.
La entrevista ya llevaba unos 45 minutos, cuando baja el joven al que llamaremos G, al llegar al lugar donde estábamos con su madre se acerca y grita muy fuerte de una manera muy extraña, al grito le siguen movimientos secos de su cabeza, al ver mi reacción la madre me comenta que G tiene un diagnóstico del Síndrome de Gilles Tourette o Síndrome del Tic, detalle omitido en todo momento hasta que fue evidente.
Luego de la entrevista con su familia, me recibe su médico bariatrico, (nunca logre contactarme con su neurólogo, mejor dicho nunca me dieron su contacto).
Comencé a trabajar con un encuadre de lunes, miércoles y viernes en el horario de 14 a 18hs, en su domicilio.
Ese encuadre fue muy resentido por el papá de G, dado que él quería que vayamos al gimnasio y le explique que primero necesitaba establecer un vínculo para poder construir ese lugar desde donde proponerle esa actividad, dado que su padre intento “llevarlo” antes sin mucho éxito.
El primer día al llegar G me dice que vayamos a su habitación, cuando ingresamos observe que su habitación era más bien un departamento ya que tenía un baño, una cocina y un mesa con sus sillas, un juego de sillones y un espacio multimedia donde destacaba un gran televisor, me invita a sentarme y nos quedamos en silencio viendo un programa de cocina, al terminar me pregunta si quiero tomar un té que acompaña con unas galletitas que, según me dice, el mismo había cocinado, esta actividad se repite durante los próximos 4 o 5 días, cabe destacar que las galletitas eran distintas cada día, algo a resaltar es el olor a comida que había siempre dentro de la habitación que resaltaba con la pulcritud del resto de la casa, después de un tiempo me conto que hay noche en las que cocina muy tarde, que tira mucha comida porque no le salen bien las recetas y otras cosas que giraban en torno a la comida, me contó que no bajaba a comer porque a la hermana le molestaban sus gritos y que eso pasaba también en la escuela y por eso dejo de ir, que algunos compañeros lo visitaban perol que lo hacían cada vez menos, que su papa le había construido el baño en su habitación porque ya no bajaba ni a bañarse por vergüenza y que como ya casi ni bajaba a comer y vio que le gustaba cocinar le construyeron una pequeña cocina, ante este relato se me ocurrió proponerle hacer un curso de cocina, propuesta que a su padre le espanto, “si sin saber cocinar esta así, imagínate lo que sería con un curso de cocina” me dijo ofuscado, trate de explicarle que posiblemente esta así por no saber cocinar y que posiblemente en el instituto de cocina le muestren como cocinar una comida sana y equilibrada, y entonces accedió, fue así que al otro día cuando llegue a la casa su padre estaba esperándome con un montón de folletos de institutos y me dijo “vamos que los voy a llevar a todos estos lugares para que elija”, le explique que mi propuesta no era solamente para que aprenda a cocinar sino para que salga a la calle y que mi idea era que vayamos en colectivo a cada uno de esos lugares, accedió y fue así que nos dirigimos al centro de la ciudad, nos bajamos en una plaza céntrica, frente a la cual había un comercio que vendía pequeñas réplicas de personajes de historietas japonesas, al pasar por allí G se sintió atraído por una en especial que, según él, se parecía mucho a un primo suyo, fue tal su alegría que le propuse entrar a comprarla y así lo hicimos, fuimos hasta la plaza y nos sentamos en un banco para leer la historia que contara el interior del empaque, me pidió si podíamos volver a su casa para ingresar a una página de internet que figuraba allí y así saber más de esa historia, le propuse que vayamos al Cyber que estaba a la vuelta y accedió, estuvimos 3 horas, al otro día me estaba esperando con un listado de personajes que quería comprar, volvimos al comercio y en la entrada había un afiche de un encuentro de comics en una plaza cercana, como era un fin de semana me propuso si podía acompañarlo y le dije que mis días de encuentros eran los acordaos en el encuadre y que sería interesante que le pida a su padre. El lunes siguiente me conto que su padre lo había acompañado que la había pasado genial y que ese día me pedía si podía acompañarlo a la casa de un amigo que había hecho en ese encuentro. Con el tiempo organizo encuentros en su casa el primero lo hizo un miércoles y luego los jueves dado que los miércoles estaba conmigo, un día un amigo le conto que estaba yendo a la escuela de noche y G me dijo que quería comenzar la escuela con él, le dije que de noche o estaba planeado mi acompañamiento y el me contesto que no, que ya había hablado con su madre y ella lo llevaría.
Con el tiempo la cocina desapareció y se convirtió en un gran escaparate para los muñecos de su colección, la mesa se llenaba de comics y su habitación era la sede de encuentros semanales, los días jueves, y la idea de la operación poco a poco fue desapareciendo o posponiéndose, su Síndrome seguía pero a su entorno no le importaba y el reconstruyó su red social, pasado un poco más de 2 años decidimos que debía dejar el lugar a otro acompañante para que retome la idea de la operación y así fue, reencuadramos que paulatinamente iba a bajar las horas de 4 a 2 y que las otras 2 hs las haría otro at, luego en lugar de ir lunes, miércoles y viernes comencé a ir los lunes y viernes, con el tiempo solo los lunes y luego ya deje de ir. Nunca supe si G se operó o no, pero este caso me sirvió para pensar en: el encuadre, podemos ver claramente como el concepto de ESPACIO y TIEMPO es evidente y efectivo e inflexible y que sirve para fortalecer los lazo familiares, posiblemente si hubiese accedido a acompañarlo ese fin de semana en lugar de su padre no hubiese existido este cambio por que el padre no hubiese sido testigo de lo que después fue el factor de cambio social en G. Vimos como poco a poco se fue construyendo esa máscara necesaria y móvil para que luego sea factible mi desplazamiento y que el próximo portador de ella pudiese ser agente de otra transformación, en todo momento me posicione en el lugar del profesional y no de la persona o sea del portador de una máscara que no ocultaba mi identidad sino que representaba ese estar y que ese estar no me partencia a mi sino a los dos y que en ese lugar habitaba una construcción que era la máscara. Era evidente que ese rito que se estableció, lo hizo al punto tal al punto tal que G modificó los días de encuentro para sostener el rito y sostener, por ende, la sistematización del encuentro.
Pero veamos otra forma de construcción que nos ofrece la lectura del Quijote de la Mancha, pero a través de la mirada de Kleber Duarte Barreto en su libro “Ética y técnica en el Acompañamiento Terapéutico” ed. Unimarco 2005. En su pag.43 del Capítulo 3 “De la importancia de la ilusión en la construcción de la subjetividad y de la realidad”
“-¿Querrás Tú decir ahora, Sancho _ “respondió Don Quijote_ que no me dolía yo cuando a ti te manteaban? Y si lo dices, no lo digas, ni lo pienses, pues más dolor sentí yo entonces en mi espíritu que tú en tu cuerpo” (Cervantes – 1615,pag.- 562 – 563)
Hay una gran reticencia de Sancho en creer que los cuerpos de caballero y escudero forman una unidad, donde el primero sería la cabeza, y el otro los miembros. Interesante esta división corporal donde cabe al amo el pensar y el decidir, mientras, al escudero el ejecutar y actuar… En el Acompañamiento Terapéutico, prosigue Barreto, es común observar esa indiferenciación de cuerpos entre acompañante y acompañado. Perdemos las fronteras corporales y podemos, en un momento, estar dentro del cuerpo del paciente – según su perspectiva y/o la nuestra también ¿Por qué no? -; en otro momento es el que nos habita…” (-Barreto 2005-)
Entonces he aquí otra perspectiva de la diferenciación de cuerpos que proponía antes el Dr. Juan Manuel Rodríguez Penagos, ahora ya o en planos de tiempo sin en el mismo lugar y espacio, Kleber Barreto propone aquí, el habitar los cuerpos de otro y esto como una fase necesaria del acompañamiento terapéutico y utiliza al Quijote como ejemplo: Terapéutico en Griego antiguo se escribe Therapon es el escudero del lancero, imagino al acompañado como un lancero herido, el Therapon es quien lo acompaña, quien a su lado va construyendo espacios y lugares, entonces esos cuerpos habitados en distintos tiempos o similares espacios, necesitan de una cotidianeidad y un vínculo, pero esos cuerpos que habitan son el de Acompañante Terapéutico/acompañado y nunca el de Juan y Ramón por ejemplo, Acompañante Terapéutico /acompañado también es una construcción que necesariamente necesita de un elemento móvil de representación (la máscara) para que quien la porte también habite esos espacios antes habitados por otro.
CONCLUSION:
Es entonces, en ese lugar ritual de espacio (mismo día, mismo lugar) y tiempo (misma hora, misma cantidad de
horas), donde comienza a sostenerse el encuadre que antes se estableció y desde
allí es donde comienza a construirse el vínculo, una máscara que poco a poco va
tomando forma donde se va adornando con los colores que ambos, Acompañante Terapéutico
/ acompañado, eligen y poco a poco desde el rito y quien porta la máscara lo
cotidiano va tomando sentido, lo terapéutico va emergiendo y lo que se dice es en un
sentido sacro, y eso es lo vertebral que ese encuentro sea un rito sagrado
entre quien porta la máscara (Acompañante terapéutico) y quien cree en ese
ritual y en esa mascara como objeto de representación (acompañado) este “como
si” va durar el tiempo que lleve el acampamiento terapéutico y que el
acompañante terapéutico porte “la máscara” que se construyo es rito de a dos en
un momento será de tres, un nuevo acompañante terapéutico emergerá, si es
necesario, y poco a poco la máscara, el vínculo, se le trasladará para que
nuevamente y a través del vínculo sea “adornada” con lo cotidiano de un nuevo
vinculo y ese ritual se resignificará en torno de quien sea el nuevo portador
representante de un dios o de una creencia, (equipo interdisciplinario). Pero
también es importante resaltar que hay una máscara para cada creencia, cada
pueblo, y para cada rito, el acampamiento terapéutico se ve reflejado aquí
porque hay una manera de establecer el
vínculo para cada persona, cada familia, cada institución y para cada
cultura. La máscara no esconde la identidad del portador, hace partícipe al
observador de un rito y tiene una representación, pero además le da a quien la
usa el pode de representar a otro que no está presente en ese rito de TIEMPO/ESPACIO
pero que es necesario, esa representación omnipresente es el equipo
interdisplinario.
BIBLIOGRAFIA:
· (Rossi, 2010)
Acompañamiento terapéutico, lo cotidiano, las
redes y sus interlocutores
· Patrignoni (2020) Arte y técnica de una construcción colectiva,
· Han, (2019) “Desaparición de los Rituales, una topología del presente”
· Marrazzi,, (2010) Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº24, ISSN: 1668-5229
· Rodríguez Penagos (2020), FANTASMAGORÍAS: HECHIZOS DE(L) PADRE
· Duarte Barreto (2005) “Ética y técnica en el Acompañamiento Terapéutico”.
· Chiattone (2007), representaciones del AT en lo cotidiano
· J. Campbell (1969) “Las máscaras de dios”
[1] Según señalan Enrique Carpintero y Alejandro Vainer esta expresión “campo de la salud mental”, surge justamente en esa época, como un térino aglutinador de esa nuev corriente —integrada indistintamente por psiquiatras, psicólogos, psicoanalistas y demás profesionales afectados al trabajo clínico con pacientes psicóticos— que se proponía superar el modelo manicomial como única forma de asistencia. Se encontrará un desarrollo más ampio del tema de Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud mental en la Argentina delos 60´y 70´Tomo 1 (1957-1969) Buenos Aires Editorial Topia 2004.
[2] La morenada es una danza folclórica altiplánica cuyo origen se encuentra en debate. Este baile se práctica principalmente en Bolivia y Perú y en los últimos años, con la inmigración boliviana o peruana, en Chile, Argentina y otros países.
- ¿Qué se construye en lo cotidiano?
- ¿Para qué se construye?
- ¿Cómo se construye?
- La máscara como modelo de representación
Palaras claves
1. Mascara
2. Rito
3. Encuadre
Problemáticas a las que no enfrentamos:
- La falta de encuadre
3. La resistencia de los Pacientes y de la Familia
Comenzaremos explicando conceptualmente al acompañamiento terapéutico:
En el afán de ubicar nuestra profesión desde la óptica de distintos autores vamos a citar en primer lugar lo que nos dice Kleber Duarte Barreto en su libro “Ética y Técnica en el Acompañamiento terapéutico, Andanzas de Don Quijote y Sancho Panza” 1º edición en español, editorial UNIMARCO 2005, en el apartado ·Presentación de la Edición en Español dice Pablo Dragotto: “El Acompañamiento Terapéutico ha hecho su camino desde sus comienzos en el Buenos Aires de los años 70. Durante las primeras dos décadas se expandió como práctica innovadora en los tratamientos de salud mental, posibilitando el abordaje ambulatorio de los pacientes más graves e hizo sus primeros cimientos teóricos-técnicos a través de textos pioneros. Últimamente se ha consolidado como profesión al diferenciarse de otros roles en los equipos de salud…”
En el E-book Conexôes clínicas no Acompanhamento terapêuticoun compilado de Alex Sandro Tavares da Silva del sitio SiteAT 2012, en el apartado que se llama DEL “MITO DE ORIGEN”, A LA SITUACIÓN ACTUAL DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN LATINOAMERICA, de Gabriel Pulice, dice “Desde su surgimiento en Argentina hacia mediados de los 60´del pasado siglo XX, el Acompañamiento Terapéutico nace como herramienta clínica que se inscribe en una búsqueda – compartida por una buena parte de los profesionales del campo de la salud mental[1] --cuyo propósito no era otro que intentar subvertir los lineamientos por entonces imperantes, aun fuertemente arraigados, del modelo manicomial…”
Mauricio Castejón Hermann en su libro “Acompañamiento Terapéutico y Psicosis, articulador de lo real, simbólico e imaginario” ed. LETRA VIVA 2014, edición en Español, en la Introducción, pag.14 “…El AT es fruto del movimiento de la reforma psiquiátrica, teniendo en cuenta que, a grosso modo, se caracteriza por la aproximación a la locura y por sus nuevos modos de tratamiento. Es posible, inclusive, caracterizar al AT teniendo como base elementos presentes en las tres experiencias institucionales de sustitución de los manicomios anteriormente citadas…”
En estas tres citas se deja vislumbrar el objetivo primario de la literatura existente: la pertenecía, aquí se juega claramente el porqué de la existencia, repetida, que cada libro sobre acompañamiento terapéutico tenga un apartado acerca de su historia, siempre es la misma, invariable y hasta con cierta parcialidad, el lector podrá observar que en todas las citas, está el psicoanálisis citado como un actor primordial en el nacimiento de la profesión y lo real es que no tuvo más injerencia que la de contar lo que pasaba cotidianamente. Como hemos podido ver en la historia del acompañamiento terapéutico que es la historia misma del concepto de la vulnerabilidad y de cómo se transita en sociedad. O se lo adjudica específicamente al tratamiento de la Salud mental “Grave” (¿?) o se lo ubica en el manicomio, o se lo posiciona como una alternativa manicomial, estos posicionamientos se hacen cómodos al momento de contar la historia por aquellos que solo pueden hacerlo desde una mirada biologicista, pero cuando la historia se plantea desde el objetivo de lo comunitario este horizonte biologicista no es tan claro, cuando lo comunitario emerge en el concepto del trabajo en salud mental y se habla de lo cotidiano y del vínculo se nota una necesidad de “robar” palabras a otras profesiones por no poder explicar empíricamente el significado del vínculo y lo necesario que es en lo cotidiano. Entonces la Historia del Acompañamiento Terapéutico, así como su teoría fue contada durante mucho tiempo por “otros”, empecemos entonces a reescribir esa historia para poder escribir nuestro presente teórico.
En nuestro país la profesión cobra auge a partir de la década del ´60 con el “movimiento anti psiquiátrico” y a la preponderancia del psicoanálisis como modelo terapéutico.
Quienes promovieron la profesión fueron el Dr. J. García Badaracco, quien incluyó Acompañamiento Terapéutico en el ámbito de la clínica psiquiátrica.
El Dr. Eduardo Kalina, a principio de los años´70 define el rol diciendo: que “a fines de la década del ´60, surge un agente dentro de la práctica clínica psiquiátrica denominada "amigo calificado" , para luego promover un cambio en la denominación adquiriendo el de “Acompañante Terapéutico (AT)”, acentuándose el aspecto terapéutico del rol profesional por sobre el vínculo amistoso.
Refiere el Dr. Carlos Stagnaro: “El Acompañante Terapéutico habría comenzado como una alternativa frente a la internación psiquiátrica, se lo requeriría para acompañar procesos de internación domiciliaria”. Ese rol estaba indiferenciado del terapeuta y su función ligada a un trabajo "extra muros", de contención en momentos de crisis.
La profesión se presentó como una alternativa en caso de pacientes con trastornos graves, en crisis o internación, ofreciendo un tratamiento personalizado y acotado a una estrategia específica designada por el médico de cabecera.
Desarrollo:
En este trabajo intentaré dar cuenta del proceso de construcción del vínculo en el acompañamiento terapéutico, y expresar la importancia de dicha construcción a través del concepto de máscara. Teniendo en cuenta que para la construcción vincular entra en juego lo cotidiano, sin este concepto no hay vínculo posible.
Comenzaremos por desarrollar la problemática y como modificarla para responder a las preguntas que dispararon el presente trabajo
Encuadre
- ¿Qué es el encuadre?
En el libro Acompañamiento terapéutico, “Lo cotidiano, las redes y sus interlocutores”, (Rossi 2009) el Lic. Gustavo Rossi en la pág. 41 del cap. 2 “Características de la practica: funciones habituales, posibilidades y restricciones”, en su apartado “¿Que es el encuadre en un acompañamiento terapéutico? Del diván a la calle
Entonces podemos definir al encuadre como el acto de poner todo en un espacio que tiene límites, delimitar la práctica, poner en un cuadro todo lo correspondiente a nuestra práctica, lo que queda por fuera del cuadro no pertenece a ella.
En él se explica y se acuerda el Tiempo que se transcurrirá con la persona y el espacio donde se llevará a cabo que al decir del Lic. Rossi es en muchas ocasiones imprescindible y a mi modo de entender es simplemente imprescindible, estas dos premisas son innegociables mientras dura el encuadre, que no es el mismo tiempo que dura el acompañamiento terapéutico ya que en este se deberá reencuadrar varias veces teniendo en cuenta la característica evolutiva de la práctica.
En el libro “Acompañamiento Terapéutico, Arte y técnica de una construcción colectiva” (Patrignoni 2020), edit. Lugar, 2020, pag.119, capitulo llamado “Encuadre de fronteras” la Lic. Andrea Patrignoni, dice: “El encuadre configura el campo en el que se desarrolla el Acompañamiento Terapéutico, hace referencia a lo que permanece constante dentro de la dinámica propuesta, es decir, se trata de fijar algunas variables de manera estable…”
Aquí podemos entender como variables el concepto espacio / tiempo y el concepto del encuadre a una estabilidad
- ¿Para qué se encuadra?
Ahora bien, desarrollaremos entonces las preguntas disparadoras:
Para ello debemos comenzar con describir algunos conceptos antes vertidos:
Hablamos que el encuadre delimita, entre otras cosas, un espacio donde se desarrollará nuestro tarea, Domicilio, clínica, escuela, etc. y un tiempo, por ejemplo lunes, miércoles y viernes de 18 hs a 22 hs. Y dijimos que estos conceptos en el encuadre eran inamovibles, por que hacerlo rompería el encuadre. Entonces podemos describir el encuadre con la siguiente formula:
El Rito (El Ritual)
Pero veamos más acabadamente las máscaras, sus formas y significados a través del tiempo y los países. Del tiempo y el Espacio…
LAS MASCARAS
En el libro de Joseph Campbell “Las máscaras de Dios” (Campbell, 1969) en la pag. 41 en su apartado “Mitología Primitiva” dice: …”El mundo de los dioses y los demonios, el carnaval de las máscaras y el curiosos juego del “como si” en el que el festival de los mitos vivos anula todas las leyes del tiempo, permitiendo a los muertos volver a la vida y el “erase una vez” se convierte en el presente actual”… y sigue …” un dios puede estar presente simultáneamente en dos o más lugares, como la melodía o como la forma de una “mascara” y concluimos con la siguiente cita …”Además, en un festival primitivo la máscara es reverenciada, experimentada como una autentica aparición del ser mítico que representa, aunque todo el mundo sabe que un hombre hizo la máscara y que un hombre la lleva sobre si”… “y el que la lleva es identificado con el dios mientras dura el ritual del cuál la máscara es parte” … “En otras palabras ha habido un cambio de punto de vista desde la lógica de la esfera secular normal, donde las cosas se entienden como diferentes las unas de las otras a una esfera teatral o de juego, donde se aceptan por lo que se experimenta que son la lógica es la de “hacer Creer” “como si” “ (pag. 42)
Máscara fue adoptada en nuestra lengua proveniente del italiano maschera, lo que no debe sorprender dada la añeja tradición del Carnaval de Venecia en la creación de hermosas y delicadas máscaras. El término italiano, a su vez, se derivó del árabe masjara, que se utilizaba para designar a un bufón o payaso que aparecía en los intervalos de las representaciones teatrales, usando una máscara. La palabra árabe provenía de sahir, que en esa lengua significaba ‘burlarse de alguien’ y en Europa sufrió el influjo de dialectos italianos y del occitano masca ‘bruja’, de origen germánico o celta. No obstante, Corominas considera más probable que la palabra italiana haya llegado al español derivada del catalán màscara.
Las máscaras son símbolos importantes en muchas culturas que expresan poderes sobrenaturales. Han sido utilizadas desde tiempos remotos y siguen siendo utilizadas, en rituales sagrados y eventos sociales, para la celebración de ceremonias de índole religioso, y en bailes y obras teatrales, para otorgarles un sentido simbólico y mágico.
Las formas de las máscaras se inspiran en la naturaleza y según la cultura pueden representar animales o humanos.
En algunos rituales el portador de la máscara simboliza el espíritu que lo protege y generalmente son los brujos de las tribus los que las utilizan con la intención de ser poseídos por él.
En otros representan deidades o seres mitológicos y el que las porta debe respetar los rigurosos procedimientos para su confección para que su poder pueda ser controlado.
Las máscaras simbolizan las necesidades, los miedos y las inquietudes de una comunidad y representan el deseo del hombre de ocultarse y a la vez de manifestarse transformado, escondiendo su identidad para revelarse en forma diferente.
Han sido utilizadas para propiciar la fecundidad de la tierra y la abundancia de las cosechas, para triunfar en las guerras, curar enfermos, castigar a los criminales y para mantener el equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal.
En China se utilizan máscaras de dragones principalmente en las festividades de Año Nuevo.
África es el continente donde las máscaras tienen gran valor simbólico, siendo utilizadas para rituales de fertilidad, de iniciación y también en los funerales en los que se intenta atrapar la fuerza vital de alguien que muere para evitar que haga daño a los vivos, honrar al muerto y conectar su espíritu al espíritu universal; y su aspecto aterrador tiene el objetivo de ahuyentar a los espíritus malignos.
En los países africanos, las máscaras son honradas por los habitantes, quienes les brindan ofrendas.
En países asiáticos las máscaras representan dragones y animales mitológicos.
Los aztecas les atribuían poderes mágicos y las utilizaban para proteger a los muertos, acentuando sus rasgos con piedras preciosas.
Las máscaras precolombinas eran piezas artísticas de piedra con valor sagrado.
En la selva amazónica de Perú y Brasil, algunas tribus elaboran máscaras de madera decoradas con plumas y semillas con formas de animales inspirados en sus mitos.
En Bolivia, en el carnaval de Oruro históricamente no se les permitía a las mujeres participar de los desfiles denominados “las morenadas”[2] por eso los hombres se disfrazaban de mujeres, todos sabían que eran hombres pero las máscaras les permitían jugar a un como si, con los espectadores y con los integrantes de la misma danza.
En el Norte de los Estados Unidos y Canadá existen nativos que tallan sus máscaras con la madera de un árbol vivo al cual le tienen que pedir permiso para su confección. Si el árbol le da su consentimiento ellos le ofrecen tabaco en señal de agradecimiento; y la danza aumenta el efecto del espíritu que representa la máscara.
En Nueva Guinea, los nativos utilizan máscaras con forma de lechuza que son las encargadas de cuidar a los niños.
En Costa de Marfil y Malí, se realizan rituales nocturnos con máscaras que se asemejan a cocodrilos con cuernos de antílope, símbolos de la buena relación entre los vivos y los muertos.
En el teatro las máscaras nō (Las máscaras que se utilizan en el noh y el kyogen se llaman “omote”, y el acto de ponerse una máscara se denomina “tsukeru” o “kakeru” las máscaras están talladas en madera y pintadas, y algunas de ellas tienen un gran valor como obras de arte), son usadas para representar a un personaje femenino o no humano (divino, demoniaco o animal), existiendo también máscaras para representar jóvenes o ancianos. Por otra parte, los actores de nō que no llevan máscara representan el rol de adultos alrededor de los veinte, treinta o cuarenta años de edad.
La máscara Tengu, en el budismo representaba a los tengu como demonios perturbadores y heraldos de la guerra. Su imagen gradualmente se fue suavizando para convertirse en uno de los espíritus protectores, aunque también peligrosos, y de las montañas y los bosques.
En la mayoría de los rituales africanos con máscaras solo intervienen hombres y la calidad de las máscaras depende de la categoría a la que pertenecía el fallecido.
Se supone que fueron los griegos los que comenzaron a emplear máscaras en Occidente, para las festividades y en los teatros; y posteriormente fueron utilizadas también por los romanos.
En la actualidad, las máscaras venecianas simbolizan el carnaval, festividad a la que asisten desde el medioevo los aristócratas.
Fuente: Revista “Muy Interesante”
Este texto nos invita a pensar, soy un gran coleccionistas de máscaras, donde voy me compro una, las busco por su colorido, por su impactante diseño, su tamaño, pero también, a veces, solo por su sencillez, pero siempre me pregunto ¿qué es lo que más me impacta de ellas?, tal vez las máscaras imponen, dentro del desconocimiento, a quienes las portan un poder intrínseco, un poder desconocido, otorgan una protección al usuario y una obligación de darle un sentido a quien la observa, debemos etiquetar para clasificar, no sé lo que es, démosle un sentido, en el texto hay una descripción de las máscaras, ahora ¿porque hable de máscaras en un texto sobre Acompañamiento Terapéutico?, porque de ellas nos valemos los profesionales, de máscaras, de sustitutos que no permitan saber que soy, ni que hago y que la averiguación de eso sea un caminar juntos, una construcción, cada día, en cada acompañamiento terapéutico elijo que mascara ponerme. Es un contexto antropológico del cual puede valerse el estudio del Acompañamiento Terapéutico, si observamos en el texto siguiente podemos descubrir el porqué:
La evolución de las máscaras y su aporte social
Marrazzi, Andrea Luján, Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº24, ISSN: 1668-5229
Ensayos sobre la Imagen. Edición V Trabajos de estudiantes de la Facultad de Diseño y Comunicación, Año VI, Vol. 24, Octubre 2009, Buenos Aires, Argentina | 120 páginas
Todos los que alguna vez pudimos llevar una máscara, sabemos la impunidad que produce el hecho de “que no se me vea” sin darnos cuenta del juego de doble exposición que hay.
Las máscaras, en cualquiera de sus formas, por el contrario de ocultar la esencia del individuo, la dejan al descubierto. Se escapa por grietas por donde consciente o inconscientemente circula la expresión de los sentimientos más ocultos y más íntimos. Fenómeno que explica. Es entonces la máscara el objeto que se construye para dirigir un ritual, pero un ritual que necesita de otro que le de valor, al rito y a quien lo dirige, pero a su vez, la máscara, tiene un símbolo internacional en todos lados se la utiliza y más o menos con el mismo sentido se necesitó construir un símbolo que tenga un poder, no un saber, que represente que ese espacio está siendo representado por alguien que no se esconde tras la máscara sino que está dándole sentido a ese estar, y algo primordial, la máscara no solo se utiliza en todo el mundo sino que se utiliza desde el principio de los tiempos, la humanidad necesito siempre transitar la vulnerabilidad en conjunto y para ello construyo distintos conceptos, pero para ellos siempre sistematizo un encuentro, en un lugar y en un tiempo determinado, pero como todo concepto que es llevado a cabo por un humano este tiene una finitud, el concepto no debe morir por eso se debe construir un instrumento que represente al humano y no a la persona, para sostener el concepto (ritual), lo mismo pasa en el acompañamiento terapéutico y el acompañante terapéutico, una persona puede necesitar acompañamiento terapéutico toda su vida, pero el acompañante terapéutico debe llegar cumplir un objetivo e irse, para que luego venga otro acompañante terapéutico tome “la máscara” y siga llevando a cabo el rito (acompañamiento terapéutico).
El espacio y el tiempo están presente en el acompañamiento terapéutico constantemente y es contado sistemáticamente aun por medio de otras obras literarias y revisitado a partir de ellas para pensarlo, El Dr. Juan Manuel Rodríguez Penagos en su libro, FANTASMAGORÍAS: HECHIZOS DE(L) PADRE, (Rodríguez Penagos – 2018) en el apartado “El tiempo del fantasma y del ensueño” dice: El autor (Juan Rulfo, en la obra Pedro Paramo) juega con los tiempos. Más aún, inventa un nuevo tiempo de la narrativa, un tiempo del fantasma, el cual permite la “aparición” y la “desaparición” de los personajes, quienes, sin dejar de estar presentes, provocan el suspenso. Esta modalidad del tiempo hace referencia a la de los duelos, los sueños, la memoria, la mítica. Incluso, es un modelo de la temporalidad psíquica. El nuevo espacio literario inventado por Juan Rulfo abre paso a la vida y a la muerte como instancias indiferenciadas que no representan un límite, sino una facultad de movimiento y acción, de modo que el fantasma puede actuar en cualquier lugar y en cualquier momento. El carácter mágico del realismo de Rulfo se despliega a partir de la invención de un espacio fantasmático en su escritura.
El Dr. Rodríguez Penagos a través de Juan Rulfo nos habla de tiempos, no de tiempo, de diversidades de tiempo y de un solo plano de tiempo y pone al fantasma como aquel que puede interactuar en esos espacios/tiempo, el fantasma es quien porta el “poder” de llevar a cabo esta misión, el concepto de aparecer y desaparecer, son actividades propias del fantasma, y el fantasma no esconde su identidad a través de su existencia fantasmagórica sino que la empodera para llevar a cabo esta acción, como aquel que porta una máscara, en el rito tiene el “poder” de construir una realidad que solo sea la del espacio y tiempo que están frecuentando en ESE momento y es la máscara la que da significado, como lo es el fantasma.
HISTORIA DE VIDA:
Se me convoca para realizar el acompañamiento terapéutico de un joven de 19 años que se encuentra en un periodo pre operatorio de una cirugía Bariatrica, la demanda es poder sostener la cotidianeidad del joven hasta el día de la operación y luego poder acompañarlo en el post operatorio y en ese periodo de transformación corporal que supone la intervención.
Desarrollo:
Me dirijo a la entrevista, soy recibido por la madre quien me comenta acerca de la cirugía y la necesidad de esta dado que el joven pesa 132 kilos y que debido a ello su actividad social se redujo a los límites mínimos, a tal punto que no concurre a la escuela y recibe educación particular, me cuenta también que está la mayor parte del día en su habitación en la parte de arriba de la casa, al consultar si podía conocerlo me dice que aún dormía, eran las 10.30 hs. de la mañana, en el transcurso de la charla entra el padre quien venia del gimnasio, cabe destacar que la madre me había dicho que ese día había ido al gimnasio más temprano para luego recibirme, al ingresar el padre saluda y se retira, poco después bajará nuevamente para despedirse e irse, la madre me dice que su marido está muy contrariado con la operación del joven porque no puede entender que el hijo no pueda bajar de peso por sus propios medios.
La entrevista ya llevaba unos 45 minutos, cuando baja el joven al que llamaremos G, al llegar al lugar donde estábamos con su madre se acerca y grita muy fuerte de una manera muy extraña, al grito le siguen movimientos secos de su cabeza, al ver mi reacción la madre me comenta que G tiene un diagnóstico del Síndrome de Gilles Tourette o Síndrome del Tic, detalle omitido en todo momento hasta que fue evidente.
Luego de la entrevista con su familia, me recibe su médico bariatrico, (nunca logre contactarme con su neurólogo, mejor dicho nunca me dieron su contacto).
Comencé a trabajar con un encuadre de lunes, miércoles y viernes en el horario de 14 a 18hs, en su domicilio.
Ese encuadre fue muy resentido por el papá de G, dado que él quería que vayamos al gimnasio y le explique que primero necesitaba establecer un vínculo para poder construir ese lugar desde donde proponerle esa actividad, dado que su padre intento “llevarlo” antes sin mucho éxito.
El primer día al llegar G me dice que vayamos a su habitación, cuando ingresamos observe que su habitación era más bien un departamento ya que tenía un baño, una cocina y un mesa con sus sillas, un juego de sillones y un espacio multimedia donde destacaba un gran televisor, me invita a sentarme y nos quedamos en silencio viendo un programa de cocina, al terminar me pregunta si quiero tomar un té que acompaña con unas galletitas que, según me dice, el mismo había cocinado, esta actividad se repite durante los próximos 4 o 5 días, cabe destacar que las galletitas eran distintas cada día, algo a resaltar es el olor a comida que había siempre dentro de la habitación que resaltaba con la pulcritud del resto de la casa, después de un tiempo me conto que hay noche en las que cocina muy tarde, que tira mucha comida porque no le salen bien las recetas y otras cosas que giraban en torno a la comida, me contó que no bajaba a comer porque a la hermana le molestaban sus gritos y que eso pasaba también en la escuela y por eso dejo de ir, que algunos compañeros lo visitaban perol que lo hacían cada vez menos, que su papa le había construido el baño en su habitación porque ya no bajaba ni a bañarse por vergüenza y que como ya casi ni bajaba a comer y vio que le gustaba cocinar le construyeron una pequeña cocina, ante este relato se me ocurrió proponerle hacer un curso de cocina, propuesta que a su padre le espanto, “si sin saber cocinar esta así, imagínate lo que sería con un curso de cocina” me dijo ofuscado, trate de explicarle que posiblemente esta así por no saber cocinar y que posiblemente en el instituto de cocina le muestren como cocinar una comida sana y equilibrada, y entonces accedió, fue así que al otro día cuando llegue a la casa su padre estaba esperándome con un montón de folletos de institutos y me dijo “vamos que los voy a llevar a todos estos lugares para que elija”, le explique que mi propuesta no era solamente para que aprenda a cocinar sino para que salga a la calle y que mi idea era que vayamos en colectivo a cada uno de esos lugares, accedió y fue así que nos dirigimos al centro de la ciudad, nos bajamos en una plaza céntrica, frente a la cual había un comercio que vendía pequeñas réplicas de personajes de historietas japonesas, al pasar por allí G se sintió atraído por una en especial que, según él, se parecía mucho a un primo suyo, fue tal su alegría que le propuse entrar a comprarla y así lo hicimos, fuimos hasta la plaza y nos sentamos en un banco para leer la historia que contara el interior del empaque, me pidió si podíamos volver a su casa para ingresar a una página de internet que figuraba allí y así saber más de esa historia, le propuse que vayamos al Cyber que estaba a la vuelta y accedió, estuvimos 3 horas, al otro día me estaba esperando con un listado de personajes que quería comprar, volvimos al comercio y en la entrada había un afiche de un encuentro de comics en una plaza cercana, como era un fin de semana me propuso si podía acompañarlo y le dije que mis días de encuentros eran los acordaos en el encuadre y que sería interesante que le pida a su padre. El lunes siguiente me conto que su padre lo había acompañado que la había pasado genial y que ese día me pedía si podía acompañarlo a la casa de un amigo que había hecho en ese encuentro. Con el tiempo organizo encuentros en su casa el primero lo hizo un miércoles y luego los jueves dado que los miércoles estaba conmigo, un día un amigo le conto que estaba yendo a la escuela de noche y G me dijo que quería comenzar la escuela con él, le dije que de noche o estaba planeado mi acompañamiento y el me contesto que no, que ya había hablado con su madre y ella lo llevaría.
Con el tiempo la cocina desapareció y se convirtió en un gran escaparate para los muñecos de su colección, la mesa se llenaba de comics y su habitación era la sede de encuentros semanales, los días jueves, y la idea de la operación poco a poco fue desapareciendo o posponiéndose, su Síndrome seguía pero a su entorno no le importaba y el reconstruyó su red social, pasado un poco más de 2 años decidimos que debía dejar el lugar a otro acompañante para que retome la idea de la operación y así fue, reencuadramos que paulatinamente iba a bajar las horas de 4 a 2 y que las otras 2 hs las haría otro at, luego en lugar de ir lunes, miércoles y viernes comencé a ir los lunes y viernes, con el tiempo solo los lunes y luego ya deje de ir. Nunca supe si G se operó o no, pero este caso me sirvió para pensar en: el encuadre, podemos ver claramente como el concepto de ESPACIO y TIEMPO es evidente y efectivo e inflexible y que sirve para fortalecer los lazo familiares, posiblemente si hubiese accedido a acompañarlo ese fin de semana en lugar de su padre no hubiese existido este cambio por que el padre no hubiese sido testigo de lo que después fue el factor de cambio social en G. Vimos como poco a poco se fue construyendo esa máscara necesaria y móvil para que luego sea factible mi desplazamiento y que el próximo portador de ella pudiese ser agente de otra transformación, en todo momento me posicione en el lugar del profesional y no de la persona o sea del portador de una máscara que no ocultaba mi identidad sino que representaba ese estar y que ese estar no me partencia a mi sino a los dos y que en ese lugar habitaba una construcción que era la máscara. Era evidente que ese rito que se estableció, lo hizo al punto tal al punto tal que G modificó los días de encuentro para sostener el rito y sostener, por ende, la sistematización del encuentro.
Pero veamos otra forma de construcción que nos ofrece la lectura del Quijote de la Mancha, pero a través de la mirada de Kleber Duarte Barreto en su libro “Ética y técnica en el Acompañamiento Terapéutico” ed. Unimarco 2005. En su pag.43 del Capítulo 3 “De la importancia de la ilusión en la construcción de la subjetividad y de la realidad”
“-¿Querrás Tú decir ahora, Sancho _ “respondió Don Quijote_ que no me dolía yo cuando a ti te manteaban? Y si lo dices, no lo digas, ni lo pienses, pues más dolor sentí yo entonces en mi espíritu que tú en tu cuerpo” (Cervantes – 1615,pag.- 562 – 563)
Hay una gran reticencia de Sancho en creer que los cuerpos de caballero y escudero forman una unidad, donde el primero sería la cabeza, y el otro los miembros. Interesante esta división corporal donde cabe al amo el pensar y el decidir, mientras, al escudero el ejecutar y actuar… En el Acompañamiento Terapéutico, prosigue Barreto, es común observar esa indiferenciación de cuerpos entre acompañante y acompañado. Perdemos las fronteras corporales y podemos, en un momento, estar dentro del cuerpo del paciente – según su perspectiva y/o la nuestra también ¿Por qué no? -; en otro momento es el que nos habita…” (-Barreto 2005-)
Entonces he aquí otra perspectiva de la diferenciación de cuerpos que proponía antes el Dr. Juan Manuel Rodríguez Penagos, ahora ya o en planos de tiempo sin en el mismo lugar y espacio, Kleber Barreto propone aquí, el habitar los cuerpos de otro y esto como una fase necesaria del acompañamiento terapéutico y utiliza al Quijote como ejemplo: Terapéutico en Griego antiguo se escribe Therapon es el escudero del lancero, imagino al acompañado como un lancero herido, el Therapon es quien lo acompaña, quien a su lado va construyendo espacios y lugares, entonces esos cuerpos habitados en distintos tiempos o similares espacios, necesitan de una cotidianeidad y un vínculo, pero esos cuerpos que habitan son el de Acompañante Terapéutico/acompañado y nunca el de Juan y Ramón por ejemplo, Acompañante Terapéutico /acompañado también es una construcción que necesariamente necesita de un elemento móvil de representación (la máscara) para que quien la porte también habite esos espacios antes habitados por otro.
CONCLUSION:
BIBLIOGRAFIA:
·
· Patrignoni (2020) Arte y técnica de una construcción colectiva,
· Han, (2019) “Desaparición de los Rituales, una topología del presente”
· Marrazzi,, (2010) Creación y Producción en Diseño y Comunicación Nº24, ISSN: 1668-5229
· Rodríguez Penagos (2020), FANTASMAGORÍAS: HECHIZOS DE(L) PADRE
· Duarte Barreto (2005) “Ética y técnica en el Acompañamiento Terapéutico”.
· Chiattone (2007), representaciones del AT en lo cotidiano
· J. Campbell (1969) “Las máscaras de dios”
[1] Según señalan Enrique Carpintero y Alejandro Vainer esta expresión “campo de la salud mental”, surge justamente en esa época, como un térino aglutinador de esa nuev corriente —integrada indistintamente por psiquiatras, psicólogos, psicoanalistas y demás profesionales afectados al trabajo clínico con pacientes psicóticos— que se proponía superar el modelo manicomial como única forma de asistencia. Se encontrará un desarrollo más ampio del tema de Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud mental en la Argentina delos 60´y 70´Tomo 1 (1957-1969) Buenos Aires Editorial Topia 2004.
[2] La morenada es una danza folclórica altiplánica cuyo origen se encuentra en debate. Este baile se práctica principalmente en Bolivia y Perú y en los últimos años, con la inmigración boliviana o peruana, en Chile, Argentina y otros países.
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