Una vez me preguntaron que es un acompañante terapéutico, tarea nada sencilla y pregunta poco original para quien ha recorrido un extenso camino ya, entonces ensayé una nueva explicación que ahora compartiré.
Pensemos lo siguiente:
Tenemos una descripción de una ciudad, cualquier ciudad, detallada y acabada descripción, sus calles, sus casas, edificios, negocios, árboles, flores, todo, con detalles increíbles, hasta el nombre de cada avenida; la descripción es tan detallada que uno cree vivir en ella, uno cree caminar cada espacio y hasta conoce sus reglas, sus leyes y costumbres, podemos hasta prevenir que pasará ante cualquier acción que hagamos en ella. Todo ésto nos permite pensar en ese lugar y hasta adivinar cómo sería vivir allí.
Ahora bien, ¿qué le falta a esta detallada descripción para que podamos, realmente, entender esa ciudad, vivirla sin estar ahi?, le falta sentirla, olerla, tocarla, la descripción de esa ciudad no incorpora los sentidos, por que para quienes fue hecha esa descripción no es necesario. La ciudad es en este relato la patología, la descripción de esa ciudad es el concepto biologicista del tratamiento de la cura.
Pensemoslo asi, si esa ciudad tiene problemas de tránsito, con solo saber de sus calles y sus recorridos se puede planificar dónde iría un semáforo, el sentido de esa calle y el problema estaría solucionado, por eso es necesario sólo esa descripción acabada, ahora que pensemos en esa ciudad como una patología, el tránsito como una crisis y el semáforo como una medicina, ¿donde está el ciudadano ahí?, donde está la persona?, ¿cuantos semáforos van a poner en esa ciudad?. Posiblemente cuando se acaben los semáforos, los cambios de sentido en las calles, etc., posiblemente ahi a alguien se le ocurra pensar en el ciudadano, en su malestar por vivir en esa ciudad, y es allí donde los expertos quieren visitar esa ciudad, sentir los olores, el viento, tocar la ciudad, ver qué es lo que molesta, pero algo pasa, notan que la ciudad no se muestra tal como es, la ciudad finge y lo hace por que hay extraños, hay personas que están vestidos diferentes, personas que tienen poder y ante el poder algunos fingen por que es posible que si ellos deciden, me puedan sacar de esa ciudad, por eso esa visita no es efectiva. Efectiva es la visita de aquel que es invitado, de aquel extranjero que lo dejan pasar, sin saber qué hará ese extranjero día a día en esa ciudad, y desde allí comenzará a trabajar con ese ciudadano enojado con su ciudad, con su vecindario, le contará a este extranjero su incomodidad, hasta irá construyendo un día a día, una relación con este nuevo "vecino", tanto será de gratificante esa relación, que de a poco la ciudad no le será tan agresiva y por eso no reaccionará de manera agresiva, y los semáforos, algunos, ya no serán tan necesarios y los ruidos ya no serán tan violentos y un día comprenderá que no se puede mudar a otra ciudad, pero tal vez, si puede cambiar de barrio y al que vaya será un poco mas lindo, y de a poco ese extranjero, como invitado, deberá irse, volver a su barrio, a su ciudad.
Y así los expertos sabrán, gracias al extranjero que esa ciudad huele, grita, tiene sabor y vida propia y así la conocerán completamente.
Así se me ocurrió contar que hace un Acompañante Terapéutico, en las tenebrosas ciudades llenas de semáforos innecesarios y calles atestadas